domingo, 22 de septiembre de 2013

Cap. 3º: “¿Un hasta pronto?”



Última llamada para el vuelo WN268 con destino a Ontario, Canadá, favor de abordar por la puerta número 8.

La voz de aquella mujer resonó desde las bocinas de cada esquina del aeropuerto de la ciudad, provocando que mi corazón comenzara a latir desbocado y un apretado nudo se comenzara a formar en la boca de mi estómago. Había llegado el momento.

Habían pasado dos semanas. Dos semanas desde que mi madre me había dado la noticia de que tendría que irme a vivir con mi padre, Ezra, a Canadá. Sí, aquél señor al cual no conocía de nada y el cual cuidaría de mi por el resto del año ¿Y qué me quedaba? Exacto, nada. Resignarme y aceptar lo que me había tocado ¿Por qué lo hacía? Porque no quería que mi madre renunciara a aceptar aquella maravillosa propuesta de trabajo, ya era lo suficientemente madura como para comprender que tenía que hacer este sacrificio por mi madre. Tengo 16, bueno prácticamente, porque en realidad no los cumpliré hasta dentro de dos días, pero aún así , siempre me había considerado más madura que las tipas de mi edad. Volviendo al tema… Sí, me voy a vivir con Ezra y ni siquiera sé por qué mi madre aceptó tan rápido y sin dudar, la oferta de que me instalara con ellos ¿Qué? ¿No lo mencioné? Él ya tiene toda una vida bien hecha y derecha, claro excepto por mi, que debo de ser la única cosa torcida en su perfecta vida con su esposa y su hijo tres años mayor que yo ¿Cómo se llamaba? No lo recuerdo y la verdad es que no me importa. Por mi, se pueden ir muy lejos y dejarme en paz. Que haya aceptado esto no significa que me agrade la idea ni mucho menos.

-Es hora- me dijo Cam al tiempo que se ponía de pie y tomaba del suelo la única maleta que llevaba conmigo.

-No quiero irme- dije por enésima vez en todo el día.

-Lo sé- dijo mirándome con tristeza.

Cam se había ofrecido a traerme hasta el aeropuerto, porque según él, no quería que mi madre faltara al trabajo por tener que traerme, aunque en realidad no representaba ningún problema para mi madre, ya que bien podía pedir un permiso, pero ambas sabíamos que Cameron estaba haciendo esto, para de alguna manera ganar más tiempo y poder estar juntos aunque fuera por unos cuantos minutos más. De cualquier forma ya me había despedido de mi madre, prácticamente desde los pasados dos días, y aún así… no había sido fácil tener que verla salir por la puerta de mi casa después de habernos dicho adiós.

-Supongo que no se puede evitar lo inevitable ¿Cierto?- dijo con la vista fija al frente sin poder o querer mirarme a los ojos.

-Supongo que no.

Y antes de que ninguno de los dos pudiera decir algo más, la canción de Stuck In The Moment, comenzó a sonar desde la bolsa trasera de mis jeans. El tono de Jane.

-¿Por qué tienes que tener esa jodida canción de tono?- Cam arrugó la nariz.

-En primera, ese no es mi tono, tu sabes que no soporto al creído de Justin Barbie- dije deteniéndome y sacando el celular de mis jeans- Y en segunda, Jane fue la que se puso ese tono en mi celular, ya sabes que le encanta.

Un dato importante de mi… Me gusta Justin Bieber, bueno en realidad no es que me considere una… ¿Cómo les dicen? ¿Beliebers? No, para nada. Simplemente me gustan algunas de sus canciones y se me hace… bueno, es carita. Ya sé, ya sé. Entonces se preguntaran ¿Por qué lo está insultando y pretendiendo que lo odia? Bueno, digamos que al principio en realidad sí lo odiaba con todo mi ser, y era divertido ver como Jane se enojaba con Cam y conmigo por insultar a su ídolo o pintar con Sharpie sus posters, pero, poco a poco y sin saber como exactamente, me empezó a gustar, no de esa forma desmesurada como las niñas locas de mi escuela. Sencillamente aprendí a apreciar su música y no pretendía aceptar eso, al menos no en voz alta.

Pude ver como Cam rodaba los ojos, al tiempo que yo desbloqueaba mi celular para contestar la llamada.

-¡(Tn)___!

La melodiosa voz de Jane resonó en mis oídos.

-Hola Jane ¿Cómo va todo por Australia?

¿No lo había mencionado? Jane se había ido de intercambio a Australia el último semestre del instituto, por lo que los últimos meses solo nos habíamos podido comunicar por Skype o llamadas telefónicas. 
Desgraciadamente, ni siquiera podríamos despedirnos como era debido, ya que no regresaría hasta la próxima semana, y para entonces yo ya estaría en el condenado infierno en Canadá.

-¡No quiero hablar de eso!- tuve que alejar el oído del auricular para no quedar sorda-¿Cómo te sientes? ¿Ya estás en el aeropuerto? ¿Cuánto falta para que abordes? ¿Cam está contigo?

-¡Jane!- me hice oír por encima de su voz. Tanto bombardeo de preguntas me dejaba mareada.

-Lo siento…-murmuró apenada- Es que me preocupas (Tn)___ ¡Ni siquiera voy a poder despedirme de ti!

-Lo sé- apreté los labios con fuerza. No quería volver a llorar por esto, ya lo había hecho muchas veces los pasados días- Pero prometiste que ibas a ir a visitarme ¿Recuerdas?

Traté de sonar positiva, tal vez incluso convincente para darnos ánimos a las dos, pero no podía, simplemente no podía dejar de darle vueltas al asunto ¿Por qué? ¿Por qué me tenía que alejar de las personas que más amaba, mis amigos, mi madre…?

-Te juro que estaré ahí cuando menos lo esperes.

Sonreí un poco.

-No sé si lo haces por mi o porque quieres ir al país de Gayber.

-(Tn)___ ¡No digas eso! Sabes perfecto que lo hago por ti, eres mi mejor amiga.

-Solo me aseguro- la molesté.

-¡Y no le vuelvas a decir así!- me amenazó con voz molesta- Se llama Justin Bieber y es perfecto, y tú estás celosa porque sabes que es mejor músico que tu y Cam.

Auch!

Bueno, una cosa era aceptar que había aprendido a apreciar su música y otra era decir que era extraordinario y un artista completo ¿Mejor que yo y Cam? ¡Por favor!

-Última llamada para el vuelo WN268 con destino a Ontario, Canadá, favor de abordar por la puerta número 8.

-Ni creas que vamos a dejar esto aquí Jane- le advertí con voz sombría.

-¿Me llamarás cuando llegues allá?

Solté un sonoro suspiro. De vuelta a la horrible realidad.

-Por supuesto Jane. Chao. Besos.- me apresuré a colgar antes de que las dos nos pusiéramos de cursis sentimentales.

Cuando volví a guardar mi iPhone, me di cuenta de que Cam me miraba con una ceja enarcada a modo de interrogación.

-¿Todo bien?

-Ya conoces a Jane, siempre defendiendo a su ídolo- me encogí de hombros.

-Bueno (Tn)___, digamos que ahora has dejado de tener voz y voto en todo ese asunto de Bieber- sonrió maliciosamente.

-¿Qué quiere decir eso?- lo miré frunciendo el ceño.

-Que si no mal recuerdo, hace unas semanas alguien se quedó embobada cuando vio a Justin Bieber en el programa ese de “The X Factor”- entrecerró los ojos.

-¿¡Qué!?- grité- No, no, no, no, yo no me quedé embobada viendo a nadie ¡Y mucho menos a ese gay!

-Aja sí claro- rodó los ojos- ¿Quieres que te vuelva a imitar?

Ok, lo admito, me había quedado viendo a Bieber como una completa imbécil, cuando lo había visto en aquel programa nuevo de televisión. En mi defensa, no lo había visto con el cabello corto y su nuevo look, el cual pues… no le sienta mal pero… ¡Pero sigue siendo un idiota superficial! O al menos eso era lo que no dejaba de repetirme a mi misma día tras día.

Para cuando me di cuenta, Cam y yo ya nos encontrábamos en frente de la puerta 8, donde una fila mediana de personas, aguardaban con sus boletos y pasaportes en mano, listos para abordar. El inconfundible nudo en mi estómago se volvió a formar.

-Supongo que este es el adiós- dijo Cam al tiempo que me encontraba con su mirada.

-No digas eso- apreté los ojos con fuerza- Por favor no digas adiós.

-¿Cómo estás tan segura de que será un hasta pronto?

-¡Por que lo sé!- lo miré con determinación.

Quería que Cameron viera que era fuerte, que pasara lo que pasara no me iba a derrumbar y que no me iba a poner a llorar. Aunque a estas alturas era consciente de que él se daba cuenta de lo mucho que me estaba costando no tirarme ahí mismo al piso a llorar.

-Cameron Fellon, te juro que si no vas a visitarme a Canadá, yo misma me ocuparé de matarte- lo amenacé.

-Es un trato- me respondió con una sonrisa.

-Disculpe Señorita- escuché que alguien decía detrás de mi- ¿Va a abordar?

-Sí, lo siento, deme un segundo- le contesté a la encargada de perforar los boletos.

-Si no se apresura perderá su vuelo- me advirtió.

-Ya sé, solo deme un segundo- respondí tal vez con un poco más de fuerza que la necesaria.

Pude ver como la señorita rodaba los ojos y regresaba a su puesto delante de la puerta 8.

-Todavía ni sales de California y ya te estás peleando con el mundo- se burló mi mejor amigo.

-Es inevitable- sonreí.

Y ahí estábamos, dos amigos, prácticamente hermanos, a punto de tomar dos caminos diferentes… ¿Qué se hacía en estos momentos? ¿Había algún manual para esto?

-Adiós Cam- dije mientras le daba un golpecito amistoso en el hombro, y le quitaba de las manos mi maleta.

-Adiós (Tn)___- sonrió con una media sonrisa.

-Adiós…

Y con paso torpe me di la vuelta y llegué hasta la puerta donde la señorita abrió mi pasaporte. Volví  la vista y ahí estaba Cam, sin quitarme la vista de encima y alzando una mano a modo de despedida. No podía más.

Sin saber muy bien que es lo que estaban haciendo mis piernas, corrí de nuevo hacia donde se encontraba él y prácticamente lo tacleé, abalanzándome a su cuello.

-Te quiero tonto- dije con lágrimas en los ojos, mientras poco a poco nos ibamos despegando de aquél abrazo.

-Y yo a ti sonsa- apretó sus labios con fuerza.

Cam no era de esa clase de chicos que mostraban sus sentimientos con facilidad, así que al ver que sus ojos se comenzaron a enrojecer, no pude evitar sentir un fuerte vacío en el pecho. ¿Cómo iba a poder sobrevivir sin mi mejor amigo?

-¡Señorita Hastings!- gritó la tipa que tenía mi pasaporte y boleto- Si no sube en este instante…

-¡Ya voy!- grité con frustración.

-Ya vete (Tn)__- se rió Cam.

Y dedicándonos una última sonrisa, me adentré en el túnel metálico que se conectaba con la entrada del avión.

Las puertas del avión se cerraron detrás de mi con un sonido mecánico. Ya no había marcha atrás. Esto era el fin de mi antigua vida… o el comienzo de algo totalmente desconocido. Y sinceramente, no sabía que era peor.

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Chicas! Aquí les dejo el nuevo cap de la nove :)

En verdad espero subir otro en la semana, pero nada es seguro porque por desgracia mañana empiezo exámenes :(  aún así lo intentaré :) lo prometo.

No se olviden de comentar mucho! Las quieroo!

Andy <3

sábado, 21 de septiembre de 2013

Cap. 2º: “Un giro de 360º”



-¿Ocurre algo?- pregunté desconcertada por su repentino cambio de humor.

-(Tn)___ yo… me temo que tengo que darte unas muy malas noticias…

De pronto,  el ambiente en la habitación se había tornado completamente pesado y un tremendo escalofrió recorrió toda mi espina dorsal. Tenía un mal presentimiento.

-¿Qué tan malas?- conseguí preguntar.

-Lo suficientes como para cambiar tu vida… o mejor dicho, nuestras vidas.

Mis ojos se abrieron desmesuradamente y mi respiración se entrecortó.

-¿Cómo dices?....

Pude ver como mi madre apretaba los ojos con fuerza, para enseguida dedicarme una mirada impenetrable.

-Habló tu padre esta tarde.

¿Qué? Ese señor que no había hecho nada más que poner los espermatozoides, aquél que no me había hablado durante años, o para ser más precisa, desde mi nacimiento. ¿Qué demonios hacía hablándole a mi mamá precisamente ahora? ¿Qué era lo que quería?

Repentinamente una tremenda rabia se apoderó de cada diminuta parte de mi ser, provocando que apretara los dientes con fuerza.

-Yo no tengo papá- respondí en automático.

-(Tn)___ tu muy bien sabes que eso no es cierto- me respondió ella con voz monótona.

-¡No! ¡No lo sé!- grité con desesperación- Yo no pienso reconocer a un señor que ni siquiera conozco, como mi padre. Además ¿Qué es lo que quiere? ¿Por qué habla justo ahora?

Mi madre no me miraba a los ojos, en cambio su mirada estaba fija en la ventana de cristal de mi habitación, donde fuera, una enorme luna plateada se colaba por entre unas finas nubes grisáceas.

-Las cosas son más complicadas de lo que parecen (Tn)___

-Creo que eso ya lo he comprendido…- murmuré por lo bajo.

-Tu padre quiere que vayas a vivir con él- calló por unos eternos segundos- a Canadá.

Fue como si me hubieran dado un puñetazo directo al estómago. Me faltaba el aire, no podía respirar y en pocos segundos me encontraba luchando entre un mar de lágrimas que nublaban mi vista, a tal punto de no permitirme ver nada más que imágenes distorsionadas.

-No…- susurré apenas audiblemente- Esto tiene que ser joda…. No puede ser, yo no puedo…

-Hija- mi madre sujetó mis hombros con ambas manos- De verdad que yo no quiero esto para ti… pero no tengo otra opción.

-¿¡Cómo que no tienes otra opción?!- grité al borde de la histeria, apartándome de ella hasta chocar de espaldas con la cómoda de madera- ¡Creí que me querías!

-¡Y te quiero! Pero esto está más allá de mis posibilidades, yo…- tragó saliva audiblemente- Me ofrecieron un trabajo en Latinoamérica y tu padre se ofreció de inmediato a cuidar de ti por todo el año que viene.

-¿Por qué no me lo habías dicho?- la miré con el ceño fruncido.

-Porque aún no estaba decidido- me miró, en realidad no sabía si se estaba haciendo la fuerte o estaba segura de la decisión que estaba por tomar o que incluso ya había tomado- No sabes cuanto me gustaría tener que declinar la oferta, pero esto me puede costar mi trabajo, y tu sabes que los empresarios no siempre tienen muy buenas oportunidades en el año, además, si me voy, piensa que solo será por un año- me miró suplicante- Un año y todo volverá a ser como antes, lo juro.

Tomé una gran bocanada de aire, no sabía como reaccionar. Aunque yo misma me sentía destrozada por dentro, no podía ignorar el hecho de que se trataba de mi madre, la persona que más amaba en el planeta. Si ella había decidido esto… yo no sería el motivo para estropear sus planes en su carrera empresarial.

-¿Qué pasará con el café?

-Lo cuidará Sally.

Sally era la mejor amiga de mamá, y prácticamente era mi tía ya que la conocía desde que tenía uso de razón, supongo que no me sorprendía que fuera ella quien se haría cargo del negocio que tanto le había costado a mi madre lograr establecer.

-¿Por qué justamente con él?- pregunté después de unos segundos de pesado silencio.

-Porque no deja de ser tu padre.

-El cual no conozco más que en una foto de hace 16 años, y el cual nunca se preocupó por mi- dije con amargura. Simplemente no podía ignorar esas cicatrices que había dejado el pasado.

-Le importas (Tn)___, de otra forma te aseguro que no hubiera aceptado cuidar de ti- dijo en tono serio.

-¿Confías en él?- la miré al tiempo que mordía mi labio inferior con fuerza.

-No le confiaría mi más preciado tesoro a nadie que no fuera digno de mi confianza- me abrazó con fuerza- Estoy segura que tendrán el tiempo suficiente para que te de sus motivos de ausencia.

Y así nos quedamos por varios minutos, entrelazadas en un fuerte abrazo, el cual deseaba que durara para siempre, pero me constaba que solo sería cuestión de días… incluso horas para decir adiós…

Definitivamente no estaba preparada para nada de eso. Mi vida acababa de dar un giro de 360º y yo ni siquiera podía asimilarlo.

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¡Hola chicas! Espero que les haya gustado el cap =) 

De verdad gracias por sus hermosas visitas!! Por favor comenten que les está pareciendo la nove n.n

Las quiero!!!
Andy<3 

martes, 17 de septiembre de 2013

Cap. 1°: “El comienzo”



Cada segundo que marcaba la afilada manecilla del metálico reloj de pared era un infierno. Un constante y molesto recordatorio de en donde me encontraba en estos momentos… Las voces resonaban en mis oídos y chocaban contra las blancas paredes de mármol, que para mi, solo significaban cuatro simples paredes, cuatro barreras que me aprisionaban, que me asfixiaban de todo el mundo…

Mis palmas se cerraron con fuerza en torno a la papeleta azul marino, donde había pasado los últimos meses del año. Debería de sentirme nostálgica, tal vez incluso triste como el resto, pero en cambio, mis deseos de despegarme de aquella paleta de madera tan incómoda, de esa silla plástica tan dura, iban en aumento con cada minuto que pasaba.

Mis tensos dedos tamborilearon con desesperación sobre la hoja blanca que se encontraba delante de mi. No me molestaría en siquiera mirarla, sabía lo que era. El último anuncio escolar del año, desconocía el contenido, pero no me importaba, lo único que deseaba era salir de ahí, respirar el fresco aire mezclado con lluvia que chocaba contra la ventana a mi izquierda.

Mis ojos recorrieron una última vez la atestada aula a mi alrededor, comenzaba a creer que el hecho de haber pasado en este mismo lugar un año completo, era algo que ameritaba un premio.

Comencé a soltar un pesado suspiro, pero antes de que pudiese sacar el aire por completo, la manecilla del reloj marcó la hora tan esperada y el estridente sonido del timbre fue la melodía más dulce para mis oídos.

-¡Al fin!- dije poniéndome de pie y tomando mi anticuada mochila del suelo.

Inmediatamente me precipité hacia la puerta y me abrí paso apresuradamente por el atestado pasillo repleto de alumnos hasta llegar a mi casillero. Me sentía acelerada, prácticamente eufórica y no pude evitar esbozar una enorme sonrisa al momento de guardar el último libro en mi mochila.

-Veo que alguien está muy feliz- escuché que decían a un costado mio.

Instantáneamente giré la cabeza y me encontré con la amplia sonrisa de Cam, quien me observaba recargado en el casillero de a lado con su mochila colgada al hombro.

-¿No debería de estarlo?- dije sin borrar mi sonrisa y cerrando mi casillero.

-Bueno… además del hecho de que eres una amargada…- dijo lentamente.

-¡Hey!- dije golpeando su hombro- ¿A quién llamas amargada, señor “No voy a la estupida fiesta de Mike porque prefiero estudiar”?

-Tienes razón- asintió mientras comenzábamos a caminar por el largo pasillo hacia el estacionamiento- Pero tu mejor que nadie sabe que las fiestas de Mike siguen siendo las mismas de cuando ibamos en maternal. Además, ¿Te das cuenta que eres el único ser humano feliz aquí?

Miré a mi alrededor, todos parecían con el mismo estado de ánimo de siempre, por así decirlo, era solo un día más en el instituto, un día como cualquier otro y lo único que parecía relativamente poco común, era la feria de ciencias que se montaba en el conocido gimnasio de la parte posterior de la escuela, donde cientos de padres observaban los proyectos finales de sus hijos.

-Bueno… ya sabes que no soy de esas personas que se ponen nostálgicas o tristes en el último día- dije mientras me ponía el casco negro que Cam me pasaba, al tiempo que me sentaba detrás de él.

-Pero hoy ni siquiera es el último día- dijo mientras ponía en marcha la moto y salíamos del estacionamiento.

-Lo sé- dije encogiéndome de hombros- ¿Pero qué no te emociona que ya es un día menos?- sonreí.

-Oh, ya entiendo- dijo dedicándome una sonrisa irónica- ¿Esto tiene que ver con tu graduación, las vacaciones o tu cumpleaños?

-¿Graduación?- dije elevando una ceja- Pff ya sabes que ni siquiera planeaba ir. No me gustan todas esas bobadas llenas de sentimentalismo.

Cam me miró de reojo sin borrar su sonrisa sarcástica de sus labios
.
-Sabes, a veces me pregunto si de verdad eres una chica- rió- ¿Qué no deberías de estar pensando en todas esas cosas de maquillaje, ropa y peinados?

-¿Hablas en serio?- reí- Hay cosas más importantes que un tonto baile- sonreí ampliamente- Como las vacaciones.

-Oh, con que esa es la razón de tu felicidad…- dijo posando su mano en su barbilla pensativamente a modo de joda.

-¡Las manos en el manubrio!- dije golpeando su espalda- No quiero morir tan joven y sin ser conocida.

Pude ver por el pequeño retrovisor derecho como Cam rodaba los ojos.

-Y aquí vamos de nuevo- dijo acelerando aun más.

Sinceramente no eran las vacaciones, ni la simple idea de que por fin entraría a la preparatoria, lo cual me emocionaba de sobremanera, ya que era la preparatoria de mi sueños y la que siempre había querido, pero no era solo eso. Era que mañana sería el tan deseado último día de clases.

En pocos minutos nos encontrábamos delante de nuestras casas, y digo nuestras casas porque Cameron vivía exactamente a un lado de mi e incluso nuestras ventanas coincidian, lo cual aún después de tantos años de conocernos, no decidía si era genial o completamente aterrador.

-Como sea- dijo Cam mientras aparcaba su moto delante de mi casa- Ya falta poco para tu cumpleaños- me miró- y algo me dice que no vas a estar viendo eso del vestido, el baile, invitaciones, el salón, el peinado, la comida…

-Wow creo que sabes más de fiestas de 16 años que yo- lo interrumpí entre risas- y luego preguntas por qué dudo de tu sexualidad- dije riendo aún más.

Cam me fulminó molesto con la mirada.

-Pero ya me conoces- proseguí- no me llama la atención eso de ponerme en ridículo por 5 horas.

Y era cierto, desde siempre había odiado las fiestas así. Además de que era un gasto innecesario para mi madre, no le veía el punto a gastar tanto dinero por tan solo 5 insignificantes horas. No era mi estilo.

-¿Entonces qué vas a hacer?- sonrió- ¿O eres tan vaga que te da flojera pensar en tu cumpleaños? Ni siquiera lo has hablado con tu madre ¿O sí?

-Pues… ha dicho algo- dije lentamente- Pero no me preocupo- me encogí de hombros- igual puedo cobrármelo para el próximo año, tampoco creo que pueda lograr planear algo a tan pocos días.

Bueno, sinceramente no es que me diera igual, mi sueño siempre había sido hacer un viaje con mis mejores amigos por toda europa o Canadá, pero no me gustaba eso de estarle rogando a mi madre, además ya teníamos suficientes gastos como para sumarle uno más.

-¿Cobrártelo el próximo año?- me miró extrañado- ¿Hablas en serio?

-Bueno tampoco es solo cosa mía- dije mientras bajaba de la moto- Mi madre no ha dicho nada al respecto y no pienso estarle rogando por mi viaje- dije firme.

Sinceramente no sabía si lo decía para convencerlo a él o a mí.

-¿Quién eres y que le hiciste a (Tn)___?- dijo frunciendo el ceño con una sonrisa divertida.

-Vale- dije rodando los ojos- Tal vez esté fingiendo un poco, tu más que nadie sabe que lo que más quiero es ese viaje- callé por un momento- no importa a donde, amo conocer nuevos países, culturas y costumbres. Pero lo hago para protegerme a mi misma.

-¿Protegerte a ti misma?- dijo elevando una ceja confundido.

-De la desilusión- le aclaré- tu sabes que un viaje no es algo muy barato, y que justamente ahora no son tiempos fáciles, tampoco es como si estuviéramos forrados en dinero Cam- dije intentándolo hacer ver lo que para mi era muy claro- Tal vez por eso mi madre no ha mencionado mucho sobre mi cumpleños- dije con un leve tono de tristeza que traté de ocultar rápidamente.

-Vamos (Tn) ___- dijo Cam posando su mano en mi hombro y sonriendo ampliamente- no te pongas triste, ya verás que las cosas saldrán cuando menos te lo esperes.

-¡Hey! ¿Quién está triste?- le dí un empujón amistoso en el hombro- Sea lo que sea, este tiene que ser el mejor cumpleaños de mi vida- sonreí levemente.

Pasados unos minutos Cam y yo ya nos encontrabamos en mi casa, sentados delante de la TV cambiando de un canal a otro y comiendo pizza.

-¿Quieres decidirte por uno de una vez?- dije mientras trataba de cortar el enorme hilo de queso que iba de mi boca a la pizza.

-No es mi culpa que no pasen nada bueno- dijo frunciendo el ceño- En mis tiempos había mejores programas.

-En mis tiempos- bufé con una sonrisa- ¿Te das cuenta que suenas como mi abuelo?

-Pues si hablamos de edades aquí yo soy el mayor- se encogió levemente de hombros.

-Cállate, dos años no son nada.

-En ese caso, como yo ya soy mayor de edad y tu disimulas que lo eres, supongo que no te importará si pongo una película porno- sonrió maliciosamente.

-¿¡Qué?! ¡Cameron dame eso!- grité mientras me abalanzaba sobre él y le intentaba quitar el control remoto.

-Soy el invitado, tengo derecho a ver lo que quiera- dijo mientras se ponía de pie y sostenía el control en alto para que no lo alcanzara.

-¡Eso no es justo!- dije al tiempo que brincaba para tratar de alcanzar el control- Además, tu ya no eres un invitado ¡Prácticamente vives aquí!

-Está bien, hagamos un trato, lo detengo en el canal que caiga y ahí lo dejamos ¿Te parece?

Solté un sonoro bufido.

-Está bien- dije finalmente mientras me dejaba caer en el sofá malhumorada.

Finalmente Cam se sentó a un lado mio y apretó un botón al azar.

Al parecer el programa en el que se había detenido, se trataba de un concurso de talentos, algo así como “American idol”, en donde chicos y adultos de todas las edades competían por dar a luz el mejor talento. Para mi algo entretenido ¿Alguna vez llegaría a concursar en un programa así? Lo dudaba. Mi madre era demasiado sobreprotectora y a duras penas me dejaba tener una banda en la azotea y subir videos a YouTube.

En ese momento en la televisión, sonó una musiquita que daba a entender que era el inicio del programa, y en letras grandes y rojas con plateado, aparecía el título del programa que era << The X Factor >>

-¿Este programa es nuevo?- preguntó Cam mientras colocaba sus brazos detrás de su nuca.

-Creo que la primera temporada salió hace dos meses- dije encogiéndome de hombros- Jane no ha parado de hablar sobre el.

Cam simplemente asintió y en ese momento en la pantalla el programa dio inicio. La imagen de un chico… hermoso, apareció acaparando completamente mi campo de visión y dejándome totalmente embobada. Su cabello estaba despeinado de una forma casual y su color era castaño claro. Sus ojos era grandes y de un color miel totalmente inigualable y su sonrisa, su rostro, su mirada… ¡Dios mío! Era único.

Pero todo aquello duró una milésima de segundo. Porque todo eso fue interrumpido, desapareciendo la imagen de aquel chico y remplazándola con… ¿¡La imagen de Megan Fox?!

-¡Cameron!- grité con rabia mientras me abalanzaba sobre el y luchaba por quitarle el control… de nuevo.

-No- dijo entre risas- Debiste de haber visto tu cara- comenzó a reír a carcajadas- Tendría que haber traído una cubeta de agua para tu baba.

-¡Cam!- grité mientras le comenzaba a pegar.

-¡Auch!- dijo soltando el control y comenzando a sobar su hombro- Golpeas como hombre.

-Y tú lloras como niña- dije tomando el control triunfante. Pero antes de poder regresar al canal, la voz de mi madre nos sobresaltó a Cam y a mi provocando que tirara el control al suelo.

-¡(Tn)___ Hastings!- gritó desde la entrada, al tiempo que dejaba las bolsas del súper en el recibidor- ¿Se puede saber por qué estás golpeando a Cameron?

-Yo… mamá… pero- balbuce con el puño a medio camino de volver a golpearlo.

En ese momento mamá soltó un sonoro suspiro.

-Siempre es lo mismo con ustedes jovencitos- sonrió levemente- ¿Por qué no mejor me ayudan a guardar las compras en la cocina con toda esa energía que tienen de sobra?

-Por supuesto Clare- dijo Cam a mi madre, al tiempo que me quitaba de encima de él y me miraba con una sonrisa radiante.

¿Por qué siempre tenía que salirse con la suya?
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Eran aproximadamente las 11 de la noche y me encontraba en mi habitación acomodando mis cuadernos y carpetas para el día siguiente, no era como que fuera a trabajar, ya que mañana era el último día y normalmente no hacíamos nada, pero aún así, no tenía nada mejor que hacer.

Estaba cerrando el cierre de mi mochila negra, cuando el sonido de la puerta me hizo pegar un brinco.

-Oh, lo siento cariño ¿Te asusté?- dijo mamá mientras asomaba la cabeza desde la puerta.

-No te preocupes- dije sintiendo los latidos de mi corazón golpear con fuerza mi pecho- Estaba organizando unas cosas.

-¿Tú, organizando algo?- preguntó sorprendida.

-¡Mamá!

-Lo siento- rió tapando su boca- En realidad… vine para hablar contigo (Tn)___- dijo tornándose seria.

-¿Ocurre algo?- pregunté desconcertada por su repentino cambio de humor.

-(Tn)___ yo… me temo que tengo que darte unas muy malas noticias…

De pronto,  el ambiente en la habitación se había tornado completamente pesado y un tremendo escalofrió recorrió toda mi espina dorsal. Tenía un mal presentimiento.

-¿Qué tan malas?- conseguí preguntar.


-Lo suficientes como para cambiar tu vida… o mejor dicho, nuestras vidas.

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¡Hola chicas! De verdad perdón, ya sé que han pasado meses desde que les prometí que iba a comenzar esta nove, pero la escuela no me había dejado comenzar con tantas tareas y trabajos :( 

¡Pero lo prometido es deuda! y aquí les dejo el primer cap de As Long As You Love Me, espero que les guste tanto como la anterior :)

¡Las quiero!


Andy