martes, 28 de febrero de 2012

Cap 42°


Estaba justo por llegar a casa de Bieber, cuando a lo lejos, sentado en las escaleras del porche vi a Christian, ¿Qué estaría haciendo afuera?
-Hola Chris- dije cuando hube llegado junto a él.

-¿(Tn) ___?- dijo alzando la mirada y viéndome incrédulo.
-Hahaha no sé por qué te sorprendes de verme aquí, si ya sabes que vivo temporalmente con Bieber- dije mientras me sentaba a su lado.

-No, si eso ya lo sé- dijo sin dejar de verme- ¿Cuándo regresaste?
-Oh! Ammmm… eso…-dije mientras recordaba como me había ido de la fiesta sin siquiera avisarle a él.

-Sí, eso- dijo- ¿Por qué te fuiste de esa manera? ¡Creí que te había pasado lo peor!
Wow, al parecer Bieber no había sido el único preocupado en estos días.

-¿Como morir?- dije enarcando una ceja.
-No, como que el tipo del carro tuviera malas intenciones con una chica.

-Pues resulta que el tipo del carro no era un extraño.
-¿Qué? ¿Lo conocías?- dijo confundido.

-Era Chaz- dije encogiéndome de hombros.
-¿¡Chaz?! ¿Por qué no simplemente me dijiste que te ibas con Chaz?  Creí que con el que estabas enojada era con Bieber, no conmigo- dijo haciendo una mueca graciosa.

-Ay sonso- dije abrazándolo- si sabes que contigo nunca podría enojarme.
-¿Entonces saliste de esa forma de la fiesta para no estar cerca de Bieber?- preguntó.

-Algo así- dije soltando un suspiro- Además, tú y Cait no sabían por qué estaba enojada con Bieber, y cuando dijeron que se iba con nosotros bueno yo…. No podía- dije mientras sentía como un nudo en mi garganta se iba formando.
-Sí….- dijo mirándome apenado- al final Justin nos contó lo que había pasado, pero tampoco es que entrara en demasiados detalles.

-Bueno, supongo que también su versión de la historia es algo distinta a la mía- dije desviando mi mirada a la calle.
-¿Cuál es tu versión?- dijo mirándome atentamente.

-¿Me entenderías si te  digo que te lo cuento después?- lo miré.
-Claro, por mi no hay problema- dijo dedicándome una sonrisa.

-Gracias…- dije – Pero cuéntame, ¿Qué estabas haciendo aquí sentado? ¿Viniste a buscar a Bieber?
-Ah, eso…., sí- dijo encogiéndose de hombros- Pero creo que salió con Pattie por algo de una reunión con Scooter.

-Oh, entiendo…. Cosas de famosos- dije rodando los ojos.
-Sí algo así- rió- entonces decidí esperarlo.

-¿En verdad?- dije incrédula- ¿Y que tal si llega hasta en la noche?
-Pues me voy- dijo encogiéndose de hombros.

-Hahaha que sonso eres- dije riendo y poniéndome de pie- ¿Quieres pasar?
-Hum… ¿Qué te parece si mejor vamos al cine?- dijo levantándose de las escaleras.

-Perfecto- sonreí- además la idea de estar sola en una mansión gigante no me anima demasiado- reí.
-Pero está Carme ¿No?- preguntó mientras cruzábamos el sendero de piedra.

-Bueno, pero de seguro estaría ocupada con las cosas de la casa- dije encogiéndome de hombros.
-Hahaha bueno en ese caso ¿Qué mejor compañía que la de Christian Beadles?- dijo riendo.

-Hahaha tú y tu enorme ego.
Bueno, al menos Chris estaba feliz en estos momentos, porque sinceramente después de verlo de esa forma en la fiesta de año nuevo, me preocupaba el pensar que su depresión volviera junto con el recuerdo de su novia, y le costara trabajo volver a sonreír.

Chris y yo caminamos hasta el cine, la verdad estaba algo lejos, pero se fue rápido mientras bromeábamos y platicábamos.
-Entonces Chaz y tu ah…- dijo con voz pícara y una sonrisita en los labios.

-A callar Beadles- dije dándole un empujón y riendo, ya que casi se caía al suelo.
-¿Bueno y te gusta?- dijo mientras sobaba su hombro.

-Sería raro- dije negando con la cabeza.
-¿Raro?- preguntó confundido.

-Es como si me enamorara de mi hermano.
-¿Entonces solo es como un hermano mayor?

-Sí ¿Por qué?- dije mirándolo.
-No sé- dijo encogiéndose de hombros- Es que con todo lo que me cuentas, pensé.

-No, además él me recuerda a Max- dije mirando hacía el cielo- y estar con él me hace sentir como si estuviera con mi hermano.
Mis ojos se comenzaron a cristalizar y rápidamente los tallé para evitar el comienzo de un mar de lágrimas.

-Lo extrañas mucho ¿Verdad?- dijo Chris suavemente.
-No te imaginas cuánta falta me hace- dije apretando mis labios con fuerza y mirando a Chris a los ojos.

-Cuando mi hermana tuvo el accidente…- su voz se estremeció- sentí que si la perdía yo…. Mi vida no sería como una vez lo había sido- dijo apretando sus labios.
-Siempre es divertido una buena pelea de hermanos de vez en cuando- dije tratando de aligerar un poco el denso ambiente que habíamos creado.

-Supongo que sí- dijo Chris con una pequeña sonrisa en sus labios.
Chris y yo llegamos hasta la taquilla del cine y nos paramos delante de la cartelera para ver cuál era la función más cercana.

-Hum… hay una que empieza en 15 minutos- dije sin quitar la vista de la cartelera.
-Pero es de terror- dijo Chris.

-¿Te da miedo?- dije con una sonrisa retadora.
-¿Miedo? ¿A mí?- dijo riendo.

-Bueno, en ese caso….- dije mientras me acercaba a la ventanilla- dos tickets para la película de las 6.
Miré de reojo a Chris quien había hecho una mueca, Hahaha seguramente no era de esos chicos que amaban ver asesinos locos matando y descuartizando gente, bueno, sinceramente yo tampoco era fanática de esas películas, pero quería demostrarle a Chris que yo era menos miedosa que él y además con solo ver sus caras de miedo, hasta cierto punto podría llegar incluso a ser cómico.

-Aquí tiene- dijo la señorita mientras me extendía los boletos.
-Muchas gracias- dije mientras me daba la vuelta.

-Oye me haces sentir mal- dijo cruzándose de brazos.
-¿Por escoger una película que ambos sabemos te asustará demasiado?- reí.

-No, por no dejarme pagar los boletos a mí- dijo entrecerrando los ojos.
-Bueno, tu puedes invitar las palomitas- dije sonriendo.

Chris y yo llegamos a la dulcería y él pidió unas palomitas para compartir y dos bolsitas de gomitas de azúcar, la verdad es que yo era fanática de las gomitas, simplemente me encantaban.
Después de eso llegamos a la sala y nos sentamos en medio para no estar ni muy alejados ni muy al frente, de a poco la sala se fue llenando y en escasos minutos ya tenía la cabeza dando vueltas de tanta sangre y muertes asquerosas, después de todo creo que la que no aguantó nada fui yo.

-Chris….- susurré mientras evitaba poner la vista en la pantalla.
-¿Hum?- dijo él sin despegar la vista de la película.

-Creo que yo paso de esto- dije mientras los gritos de una chica comenzaban a sonar por los altavoces.
-¿Quieres que nos vayamos?- dijo mirándome con una sonrisa.

-Si quieres tu quédate, creo que tu la estás disfrutando más que yo- dije riendo un poco.
-No, no, nada de eso- dijo poniéndose de pie y extendiéndome la mano- ¿Vamos?

-¿Estás seguro?- dije aceptando su mano y poniéndome de pie también.
-Sí, además dejaría de ser divertido sin ti- sonrió.

Yo le devolví la sonrisa y salimos de la sala, todo afuera estaba vacío ya que todas las personas ya habían entrado a ver su película, así que decidimos sentarnos en unas mesitas del café que tenía el cine.
-Bueno señorita aguanto cualquier película de terror- rió- ¿Cómo te sientes?

-Asqueada- dije mientras sonreía con pesar y recargaba mi cabeza en una de mis manos- Creo que al final el que disfrutó más de la película fuiste tú- reí.
-Bueno, son solo unas cuantas matanzas, piensa que es salsa de tomate y no da tanto miedo- sonrió.

-Lo tendré en cuenta para la próxima- dije con una sonrisa.
Chris y yo nos fuimos del café y estábamos por pasar por la taquilla, cuando vi dos rostros demasiado familiares haciendo fila para comprar tickets.

-¿Chris?- dije deteniéndome y entrecerrando los ojos para ver mejor a las personas-¿Qué ellos no son….?
*************
Hola chicas!!!!

Cap dedicado a:

Lelyn Ser, Katy, Vitha,  Jessicolochis, Consue y Dahi:$

Las adoro chicas!!!!! en serio que me hacen el día con cada uno de sus coments :D

Espero que les haya gustado el cap n.n

Las quierooooooooooo!!!

Andy<3

sábado, 25 de febrero de 2012

Cap 41°


-¡Lo sabía!- exclamó Hayley con emoción.
-Está bien, tu ganas señorita sabelotodo- dije rodando los ojos.

-No es ser sabelotodo- dijo encogiéndose de hombros- Es que tu mi querida amiga, eres demasiado predecible- rió.
-“Eres demasiado predecible”- dije imitando una voz chillona.

-¡Hey! Yo no hablo así- dijo frunciendo el ceño.
-Como sea, tampoco es como que ya me agrade- murmuré.

-Zarzamora, fresa y naranja, por favor- dijo Hayley cuando hubimos llegado al mostrador.
-¿Me estás escuchando?- dije cruzándome de brazos.

-Claro que te escucho- dijo mirándome de reojo- Oh! Casi lo olvido ¡No olvide poner las de cereza!-grito a la dependienta quien puso una cara de pocos amigos y se volvió a introducir a la bodega.
Solté un suspiro- Está bien, ¿Entonces qué opinas?

-¿De qué?- dijo mirándome.
-¡De lo que estábamos hablando Hayls!- dije frustrada.

-Oh, lo siento (Tn) ____, ya recordé, es que todo esto me tiene estresada y además la gente aquí es muy grosera- dijo lo último casi gritando, cosa que hizo que la dependienta nos mirara aún más enojada, si es que eso era posible.
-Pues no entiendo porque aceptas meterte en este tipo de cosas, si sabes que al final la que siempre termina jodida y estresada eres tú- dije recargándome contra el mostrador.

-Es que en cierto punto me gusta- dijo sin quitar su vista de las revistas de decoración que había en los estantes giratorios.
-¿Joderte y estresarte?- reí con sarcasmo.

-No sonsa- dijo dejando de hacer girar el estante y mirándome a los ojos- Además es algo muy importante, los preparativos no se hacen solos.
-Si ya sé, y de paso yo me jodo junto contigo- dije rodando los ojos.

-No seas así- dijo sonriendo- ¡Es el festival más importante del año!
-Solo es una tonta feria que se festeja en la ciudad ¿Qué hay de importante en eso?

-Pues que mi mamá está ayudando a organizar todo y ya sabes que de paso nos arrastra en esto- dijo mirándome con un gesto de disculpa.
-Si, por desgracia- dije soltando otro suspiro- pero bueno, tu mamá me agrada y no podría decirle que no a ella y a tu cara de cachorrito- reí.

-Pero mira el lado positivo- sonrió.
-¿Hay lado positivo?- dije enarcando una ceja.

-Dicen que todos los años hay un importante concurso de talentos- sonrió aún más.
-Y eso me importa exactamente porque….

-Ush! ¡(Tn) ____! Todos sabemos que tú eres una excelente cantante- sonrió.
-Corrección- la miré- Solo tú y Max lo saben, y si se te ocurre decirle a alguien más te mato- dije mirándola amenazante.

-Ay por favor (Tn) ____- dijo- No puedes ser tan envidiosa, ¡Comparte tu talento!
-Y lo hago- sonreí- con la ducha y mi guitarra.

-Sonsa- dijo rodando los ojos y volviéndose a girar al mostrador.
-Como sea, no me has respondido- dije poniéndome seria y algo pensativa.

-Bueno como te dije, yo ya sabía que al final terminarías regresando con Justin- dijo encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa en los labios.
-¡Ya te dije que solo lo hice por Pattie!- dije molesta y soltando un bufido.

-Sea cual fuera la razón volviste y no solo eso, accediste a ir con él de paseo- sonrió.
-No fue un paseo, tonta- dije frunciendo el ceño- solo quería escuchar lo que tenía para decirme, tampoco es que fuéramos riendo y diciendo lo tan buenos amigos que somos- dije fría.

-Bueno ok, no fue un paseo ¿Entonces qué fue?- me miró con una sonrisa del tipo “yo nunca me equivoco”
-Ya te dije- dije desviando mi mirada a mis converse desgastadas- Solo me dijo que me quería mostrar algo, acepté, fuimos a un parque, y me contó una historia, fin- dije haciéndolo parecer simple.

-¿Y no crees que todo esto tiene un significado?- me miró atentamente.
-Tú y tus especulaciones- dije negando con la cabeza.

-Pero solo piénsalo (Tn) ____, Te quiso llevar no a cualquier lado, a un lugar que a él le gusta y te quería mostrar, ¿Por qué a ese parque en especifico? eso y que te contó una historia que igualmente era especial para él.
-No todo tiene que tener una explicación lógica, a veces las cosas simplemente ocurren porque sí- dije encogiéndome de hombros.

-Entonces tu crees que todo lo que te contó ayer fue solo para pasar el rato- afirmó más que preguntar- ¿No piensas que tiene todo un doble sentido?
-Si te refieres a que tal vez esté intentándose ganar mi amistad….

-No, no me refiero a eso- me interrumpió- ¿Qué acaso no piensas que tuvo una razón para hacerlo? Solo piénsalo- exclamó.
-La verdad es que no me gustaría sacar conclusiones sin tener nada en concreto aún- dije mientras cogía los pedidos que había hecho Hayley del mostrador.

-Son siete dólares- dijo la dependienta.
-Ok, aquí tiene- dijo mi amiga extendiendo el dinero.

Hayley y yo salimos de la abarrotada tienda de repostería y caminamos hasta la esquina para tomar el bus.
-Explícame de nuevo para qué quieres tantas mermeladas y  frutas secas- la miré mientras veía como ella se cercioraba de que hubieran metido todo en las bolsas.

-Fácil- dijo sonriente- tenemos que tener todas las galletas y los pasteles listos para antes del viernes, y son bastantes.
-Pero si para eso falta mucho- dije quejándome- Además pasado mañana comienzan las clases ¿No crees que estaremos muy ocupadas con los deberes?

-¿Deberes?- rió como loca- Tu haciendo deberes ¿Hablas en serio?
-¡Hey! Ya te dije que quiero empezar de nuevo- dije encogiéndome de hombros.

-Como sea, no creo que en la primera semana haya mucho que hacer- dijo mientras subíamos al bus.
-Pero….

-Pero nada- me interrumpió- nos veremos después de clases y comenzaremos con los preparativos.
-Está bien- dije de mala gana y desviando mi mirada a la ventanilla.

Hayley y yo llegamos y cada quien se fue a su casa, bueno yo a la de Bieber, ya que por desgracia tendría que sufrir dos semanas más ahí.
Estaba justo por llegar a casa de Bieber, cuando a lo lejos, sentado en las escaleras del porche vi a *************

Hola chicas!!!

Aquí les dejo el cap :) espero que les haya gustado

Awwwww son tan hermosas!!! gracias muchísimas gracias por todos los lindos comentarios y las visitas :´)

Las mega quierooooooo!!!!!

Andy <3

miércoles, 22 de febrero de 2012

Cap 40°


-Oye espera, creí que habías dicho que no era un cuento de hadas- lo miré.
-Y no lo es…

Un día el niño estaba en el patio trasero de su casa jugando con sus pequeños carritos, cuando escuchó el sonido de pisadas aceleradas detrás de él, y de leves sollozos.
-¡Príncipe!- escuchó la inconfundible y suave voz de la pequeña.

-¡Princesa!- dijo girándose y viéndola correr a sus brazos- ¿Por qué estás llorando?
-Me quieren llevar lejos- decía entre sus brazos.

-¿Quiénes?
-Lejos, lejos, lejos- no dejaba de sollozar- Yo no me quiero ir, no quiero dejarte.

-Nunca nos vamos a separar- decía el niño mientras la abrazaba con fuerza.
-Sí, sí lo haremos.

-Eso nunca va a pasar.
-Sí, si va a pasar, porque…

En ese momento el sonido de un motor y la inconfundible voz de la mujer,  se escuchó retumbar en la puerta delantera de la casa del pequeño.
-¡Ya llegaron!- dijo abriendo los ojos de par en par y mirando al niño.

-¿Quiénes llegaron?
-¡Los que me quieren llevar!

-Entonces ven conmigo- dijo el pequeño tomándola de la mano y arrastrándola del lado contrario de donde provenían las voces y el motor.
-¿A dónde vamos Príncipe?- preguntó la pequeña mientras el niño seguía corriendo junto con ella lejos de su casa.

-A un lugar donde nunca te podrán llevar lejos de mí- dijo con la respiración agitada.
-¿Es un castillo?

-Sí princesa, es un castillo, el más bonito de todos.
Los dos pequeños llegaron al parque, a su parque, y la simple idea de huir los dos juntos, los alentaba a seguir corriendo.

El pequeño paró en seco delante de un inmenso sauce llorón y se dejó caer al fresco pasto junto con ella.
-Príncipe, nos van a encontrar, estoy segura que lo harán- dijo con preocupación.

-No muñequita, no lo harán, nunca nos van  a encontrar- la miró.
-Prometiste que jamás nos separaríamos- comenzó a llorar la pequeña.

-Y nunca lo haremos- dijo firme.
-Pero ellos me van a llevar lejos, lejos de mi príncipe.

-Pero nosotros tenemos esto- dijo tomando su manita y pasando sus dedos con suma delicadeza alrededor de la alianza- Esto nos mantiene unidos, siempre estaremos unidos- dijo comenzando a sentir diminutas lágrimas correr por su rostro.
-Te quiero mucho….- dijo con voz rota y abrazándolo con todas sus fuerzas, como si temiera que de un momento a otro fuera a desaparecer.

-Prométeme que nunca me olvidarás- dijo sin soltarla.
-Te… lo prometo- respondió mientras el mismo sonido del motor volvía a resonar en sus oídos.

-¿Y en qué termina la historia?-pregunté ya que Justin había dejado de narrar y su mirada se había quedado perdida a lo lejos.
-Es que…-me miró fijamente- la historia aún no ha terminado.

No sabía descifrar del todo bien la expresión de su rostro, solo podía sentir como sus ojos se clavaban con toda intensidad en los míos, era como si me quisiera decir miles de palabras con solo una mirada y aun así…. no pudiera lograr decir nada.
Justin se levantó con un movimiento suave del columpio y metió ambas manos en los bolsillos de su chaqueta.

-Es tarde, será mejor que volvamos.
Miré confundida e inmóvil como Justin avanzaba con paso ligero hacia el sendero de grava,  no podía moverme, sin embargo después de unos escasos segundos que para mi fueron eternidades, me paré y decidí seguirlo sin pronunciar ninguna palabra y dejando la duda enterrada.

**********************

Hola chicas lindas!!!!

Bueno, aquí les dejo el cap n.n espero que les haya gustado :)

Hahahaha perdón por dejarlas con la intriga todo este tiempo n.n pero eso es lo que hace más interesante a una novela ¿no? hahaha las amoooo chicas!!!

Ya estamos en el cap 40 :´) que bello!!!!! en verdad que estoy super agradecida con todas y cada una de ustedes n.n

Las quiero muchisisisismoooooo!!!!

Andy <3

lunes, 20 de febrero de 2012

Cap 39°


-¿Qué prometieron?
-Bueno ellos…

-¡Corre, corre más rápido, están apunto de cerrar!- gritó la pequeña niña con su dulce voz mientras corría por la banqueta.
-¡Espera, espera! Eres muy rápida- decía el pequeño mientras trataba de darle alcance.

-Pues eso es porque tú eres un flojo- dijo ella mientras reía y se detenía en seco delante de una ventana de cristal y pegaba a ella sus pequeñas y regordetas manitas.
-¡Uf!- dijo el pequeño llegando y recargándose con cansancio en sus rodillas- No vuelvas a salir corriendo así, creo que jamás te hubiera alcanzado si no te detienes- rió.

-Ven, tenemos que encontrar el último- dijo ella mientras buscaba la mano de su acompañante y lo arrastraba dentro de la tienda.
Los pequeños abrieron la puerta y la  campana de metal que colgaba del techo resonó dentro del local, haciendo que un viejo señor de barba negra y poblada, asomara la cabeza desde el mostrador para ver quienes eran sus nuevos clientes.

-Oh, ¿Ustedes dos pequeñitos de nuevo aquí solos?- dijo con una sonrisa.
-Sip- dijo ella mientras se paraba de puntitas para lograr alcanzar el mostrador.

-¿Y qué puedo hacer por ustedes jovencitos?
-Queremos…. Dos de esos- dijo el pequeño señalando un cartel delante del mostrador donde la imagen de dos anillos dorados y entrelazados estaba anunciada.

-Claro pequeñitos- dijo el señor mientras desaparecía por lo que al parecer era una bodega y volvía con una caja café en sus brazos- Dos ¿Verdad?
-Sip- dijo con una sonrisa la pequeña niña haciendo que sus hoyuelos se marcaran en ambas mejillas.

El viejo señor sacó de la caja dos anillos dorados y los puso en la mesa del mostrador.
-¿Se pude saber pequeñitos por qué desean los anillos?- dijo con una sonrisa dulce.

-Porque hoy es un día especial- dijo el pequeño mientras miraba a la niña con una sonrisa.
El viejo señor los miró con ternura y rió.

-¿Cuánto es señor?- preguntó ella.
-Oh, claro, claro, señorita, en este momento le digo- sonrió- Serían amm… 7 dólares.

Los ojos de la pequeña se abrieron de par en par y miró con preocupación a su acompañante quien había puesto la misma cara.
-¿Sirve esto?- dijo el pequeño colocando un par de moneditas delante del señor.

El viejo lo miró con pena- Lo siento chico, creo que esto no cubre el precio…
La pequeña dejó de ponerse de puntitas y cubrió sus ojitos con ambas manos mientras sentía las lágrimas correr por sus palmas.

-No muñequita no llores- dijo el pequeño mientras la abrazaba con fuerza y ella recargaba su rostro contra su pecho.
-Pero… ya no podremos…- balbuceó.

-No importa- dijo él firme- te prometo que conseguiré el dinero.
-¿En verdad?- preguntó ella mientras secaba sus ojitos y lo miraba con los ojos iluminados, llenos de esperanza.

-Sí, yo lo conseguiré- dijo sonriéndole y dándole un besito en su frente.
El viejo señor que miraba la enternecedora escena del otro lado del mostrador, sonrió y desapareció por la misma puerta de donde había tomado la caja café y en cuestión de poco menos de un minuto volvió con otra caja, solo que esta era más pequeña y era de color rojo con un forro de terciopelo.

-Vengan jovencitos- dijo el señor mientras colocaba la caja delante de ellos- Les quiero mostrar algo.
Los pequeños se acercaron y miraron el interior de la cajita con curiosidad.

-¿Qué es eso?- preguntó la niña-
-Este, señorita, es mi mayor tesoro- dijo sonriente.

-¿Es un pirata?- preguntó el pequeño.
-No, pero para mi esto vale más que el tesoro de un pirata- rió.

El buen hombre sacó de la cajita un objeto que cubrió con ambas manos y miró atentamente a los niños.
-¿Están listos para verlo?

-¡Sí!
El viejo fue abriendo lentamente su palma y en ella se lograron apreciar dos anillos de plata con pequeñas figuritas de corazones alrededor, para se más exactos eran alianzas de casamiento.

-¡Wow!- exclamó la pequeña- estos son más bonitos que esos- dijo señalando el cartel.
-¿Cómo los consiguió?- preguntó con curiosidad el pequeño.

-Hace muchos, muchos,  años- sonrió con nostalgia- Pero creo que ya no podré seguir cuidando este tesoro…
-¡Oh! ¿Por qué?- preguntó con inquietud la pequeña.

-Porque la magia que hay en estos anillos es muy fuerte y yo soy muy viejo para poder seguir con ellos –  sonrió.
-¿Y qué va a hacer?- preguntaron los dos niños.

- Se los voy a dar a dos jovencitos que sé que cuidarán muy bien de ellos- sonrió.
-¿A nosotros?- preguntó el niño con una sonrisa.

-Sí- rió el viejo- Pero deben de prometer algo…
-Sí, sí, sí- dijo la pequeña emocionada.

-Cada uno debe de cuidar de uno de estos y conservarlo como el tesoro que es.
-¡Claro!- dijeron los dos con una sonrisa en sus angelicales rostros.

-¿En verdad el señor les dio a los niños algo tan valioso?- pregunté asombrada.
-Pues sí…- dijo Justin- Pero aún no acabo.

-Ah, sí, nada de interrumpir- rodé los ojos.
Los pequeños salieron de la tienda del viejo señor con dos grandes sonrisas, mientras corrían calle abajo con sus manitas entrelazadas.

-Ven, vamos aquí- le dijo el niño a la pequeña mientras corrían por el suave y fresco césped.
-¿Dónde es aquí?- preguntó la pequeña mientras se sentaban a la sombra de un viejo árbol- Mami nunca me había traído aquí.

-Es porque es un lugar especial donde… amm se celebran días especiales- sonrió.
-¿Cómo el día de hoy?

-Sí, como el día de hoy… tu cumpleaños…
-Pero aún no es el más importante- dijo haciendo una mueca graciosa.

-¿Y cuál es el más importante?- la miró.
-Cuando sea tan grande como mami- sonrió con su lindo hoyuelo.

-¿Y por qué?- la miró sin comprender.
-Porque así tendré la edad para casarme con mi príncipe- lo miró con una dulce sonrisa.

El pequeño la miró sorprendido por unos segundos para después sonreír ampliamente y tomó sus dos manitas.
-¿Y por qué tenemos que esperar tanto?- dijo sin dejar de sonreír.

La pequeña lo miró confundida
-Tengo una idea princesita- dijo el pequeño poniéndose de pie y sacando de los bolsillos de su pantalón una de las alianzas plateadas.

-¿Qué es príncipe?- preguntó con curiosidad.
El pequeño se acercó a la niña y tomó una de sus manitas sin quitar la vista de sus enormes ojos, la pequeña pestañeó sin entender, y el niño colocó suavemente la sortija en su pequeña manita.

-Con este añillo princesita- sonrió- Te pido que te conviertas en mi esposa- la miró.
La pequeña abrió sus ojos sorprendida.

-¿Quieres convertirte en mi princesita?- dijo sin soltar la manita de la pequeña.
-No…- dijo mirándolo a los ojos.

El pequeño niño dejó de sonreír y su mirada se volvió triste.
-Porque yo ya soy tu princesita- respondió la pequeña con una sonrisa y lo abrazó con fuerza- Pero espera…- dijo separándose un poco de su príncipe.

-¿Qué ocurre?-la miró con curiosidad mientras la veía buscar algo en el bolsillo de su vestidito.
-¿Quieres convertirte en mi príncipe?- dijo la pequeña con los ojos iluminados mientras mostraba la segunda alianza.

-Yo ya soy tu príncipe- dijo mientras la niñita le colocaba el anillo en su pequeño dedo anular.
Los dos pequeñitos se abrazaron con fuerza y se dejaron caer al húmedo y fresco césped sin soltarse y quedando de rodillas.

-¿Sabes que significan estos anillos, muñequita?- dijo separándose de ella.
-¿Qué ahora soy tu princesa?

El pequeño rió- No solo eso, quiere decir que siempre vamos a estar juntos- sonrió.
-¿Siempre?- preguntó la pequeña con inocencia.

-Por siempre y para siempre- respondió el pequeño niño.
-¿Es una promesa?

-Es una promesa- afirmó mientras entrelazaban sus manitas y juntaban sus frentes sin dejar de mirarse directo a los ojos.
-Eso es…. Hermoso- logré articular.

-Bueno, pero como tu dijiste toda historia tiene un pero- me miró.
-No me digas que perdieron las sortijas…

-Hum… creo que fue algo peor- miró el paisaje- Los niños prometieron cuidar las sortijas y cada uno se quedó con una como lo habían prometido, pero un día creo que la magia del tesoro se esfumó.
-Oye espera, creí que habías dicho que no era un cuento de hadas- lo miré.

-Y no lo es…
**************
Hola chicas lindas!!!

Muajajaj soy mala n.n otra vez las dejaré con la intriga de en que termina la historia que Justin te está contando :)

Este cap va dedicado a:

Giane :)  Chami, Pick Me Justin, Valeria, Katy, Dahi:$,  Desi, Beatriz,  y Lydia Lorenzo Garcia

Las quiero muchísisisimoooooo!!!!!!!

Andy <3

martes, 14 de febrero de 2012

Cap 38° maratón*


-Ya voy- dije dándole alcancé y colocándome a su lado.
Caminamos fácilmente dos manzanas sin pronunciar muchas palabras importantes que digamos, era como caminar con un extraño y hablarle del clima.

-¿Cuánto falta?- dije ya algo cansada de tanta caminata.
-¿No me digas que la ganadora en atletismo ya se cansó?- me miró con una sonrisa.

Me puse roja y desvié mi mirada…. Yo le había dicho eso cuando estábamos en (Tp) ___ en noche buena correteándonos por los puestos… ya lo sentía tan lejano…
-No es eso- dije recobrando mi color original- Es que el sol molesta un poco- me excusé.

-Ajá- dijo sin creerme.
-Ush como quieras, tampoco me importa si me crees o no- dije haciéndome la digna.

Escuché como Justin se reía y se volvía a colocar a mi lado.
-Sabes a veces actúas como una niña pequeña- sonrió.

Lo miré mal y rodé los ojos.
-¿Ya me piensas decir cuánto falta?- dije cerrando los ojos sin dejar de caminar.

-Sí- dijo – ya llegamos.
En ese momento me paré de golpe y abrí los ojos, nos encontrábamos justo delante de un parque precioso, era…. ¡Hermoso! Nunca había visto un parque tan lindo, más que en correos que me mandaba mi padre de paisajes en Alemania.

Me quedé como una boba mirando el paisaje con asombro que era algo así:

No había mucha gente, y el ambiente era relajante, increíble…

-¿Vienes?- dijo Justin con una sonrisa mientras caminaba por el fresco pasto.
-Claro…-susurré y lo seguí.

-Y bien….
-¿Qué?- lo miré.

-¿Te gusta?
-Es hermoso- sonreí- ¿Cómo sabías de este lugar?

-Amm…. digamos que lo frecuento mucho- dijo desviando su mirada a unos columpios de madera que colgaban de las ramas de un árbol.
Eran algo así:



-Ven, vamos para allá- dijo señalando con la cabeza los columpios.
-Oh, está bien.

Llegamos hasta ellos y vi como Justin se sentaba en uno y palmeaba el de junto en señal de que me sentara en ese.
Sonreí y me senté a su costado, la verdad es que no comprendía del todo, como era que mi estado de humor había cambiado tan drástica y repentinamente… ¿Magia del parque?

Me comencé a columpiar suavemente y cerré los ojos dejando que el brillante sol del atardecer bañara mi rostro.
-¿Te gustan los columpios?- preguntó Justin después de un rato de estar en silencio.

-Son mis juegos favoritos de un parque- reí- de niña me gustaba pararme en ellos y columpiarme.
- Sí lo sé….- susurró.

-¿Qué?- lo miré confundida- Oh, claro, te refieres que a cualquier niño le gusta hacer eso- reí.
-Ah, sí eso- dijo algo incómodo.

Volvimos a caer en ese silencio algo relajante.
-Sabes…- susurré, él me miró atentamente mientras yo me concentraba en fijar la vista en la nada- A veces me pregunto que sería de mi vida de no haber tomado las decisiones que tomé alguna vez- lo miré.

-Te… ¿refieres a si no hubieras venido aquí a Atlanta?
-Algo así- miré el pasto- Las decisiones que muchas veces toman las personas que nos rodean nos afectan a nosotros nos guste o no- sonreí con tristeza.

-Sabes, aún no te he dicho por qué te traje aquí- me sonrió.
-Oh, es cierto- dije recordando- ¿Piensas decirme?

-Sí- dijo mientras su mirada se perdía en el cielo- Te traje porque te quiero contar una historia.
-¿Una… historia?- lo miré confundida.

¿Me había traído a un parque hermoso solo para contarme una historia? Era algo extraño… pero misterioso a la vez.
Justin no dijo nada y se limitó a mirarme con atención.

-Y amm ¿Cómo comienza?- balbucee.
-Bueno…- dijo llevando su mano a su nuca- se podría decir que es una de mis historias favoritas- sonrió.

-¿De qué trata?- pregunté como una pequeña a la que su abuelo le cuenta historias antes de ir a dormir.
-Hum… pues trata sobre dos niños- dijo mientras dejaba de columpiarse, haciendo que yo lo imitara.

-¿Hablas de un chico y una chica?
-Sí, bueno pero estos eran pequeños- me explicó.

-¿Pequeños?
-Para ser exactos- sonrió- Era una pequeña niña de 4 y un niño de 6

-¿Hansel y Gretel?- reí mientras el rodaba los ojos- Ok, ok ya no te interrumpo- sonreí.
-Bueno, ellos eran muy felices y…

-Oye espera, espera, ¿Tu historia es empalagosa y termina en un “Y vivieron felices por siempre”?
-Amm me gustaría- dijo mirando al suelo- por desgracia esta historia no tiene un final feliz.

-Oh amm, entonces no es un cuento para ir a dormir.
-No, no lo es- sonrió con tristeza- pero no nos desviemos de la historia que aún ni comienza.

-Ok, ok tu cuenta yo escucho.
-Bueno ¿En que estaba?... ah, sí eran muy felices.

-Pero…
-¡(Tn) ___! No interrumpas- rió mientras trataba de ponerse serio.

-Lo siento.
-Ok, ellos eran… se podría decir que los mejores amigos, era inseparables, siempre estaban juntos y digamos que para ellos no existía otra persona más que el otro- sonrió.

-Pero siempre hay peros…
-Por desgracia… bueno, ellos habían hecho una promesa, una promesa de la que nadie más que ellos estaban enterados.

-¿Qué prometieron?
-Bueno ellos…

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Hola chicas lindas!!!! n.n

Feliz día de San Valentín <3 <3 <3

Espero que se la pasen increíble y disfruten de este día con las personas que más aman y quieren :)

Este cap va dedicado a todas las chicas enamoradas <3

Espero que les haya gustado el maratón :D  de aquí ya se comienza a poner todabía más y más interesante!!

Hehehe bueno espero que las haya dejado con la intriga n.n

Muchísimas gracias por todo chicas ¡Las hiper quieroooooooooo!

Besos!!!!!!! xoxo

Andy<3