Cuando me adentré en el avión, pude notar
que ya todos ocupaban sus lugares, y varias personas se me quedaban viendo.
Instantáneamente me torné roja. No era que me molestara que las personas me
vieran, digo, ya sabía que era bella, ok no, pero simplemente me intimidaban
tantos pares de ojos dirigidos exclusivamente a mi. Lo sé, seguramente pensarán
¿Por qué se pone así si quiere ser famosa? Bueno, la respuesta es simple.
Cuando estoy en un escenario es algo totalmente distinto, es como si me
desconectara del mundo y en cambio, me conectara exclusivamente con la canción,
con la música, con la letra… con todo. En un escenario perdía el miedo al “¿Qué
dirán?” y simplemente me dejaba llevar. Así era yo.
Rápidamente desvié la mirada a mi boleto,
donde se podía leer la fila y el número de asiento que me correspondía.
Fila A
asiento 3
Miré con desconcierto los números y letras
marcados en los porta-maleteros, por encima de los asientos ¿Me había
confundido? Ahí las letras empezaban con B ¿Dónde demonios estaban las A?
-¿La puedo ayudar en algo señorita?-
escuché la voz de una sobre cargo, que al parecer era la encargada de dar las
instrucciones de seguridad.
-En realidad sí- dije girándome a ella- Es
que no encuentro mi sitio.
-Oh, lo que pasa es que no está en la
sección correcta- me sonrió con amabilidad, al tiempo que posaba su mano en mi
hombro y me encaminaba hasta topar con una cortina azul marino.
Al momento de adentrarnos, todo el contexto
cambió. Los llantos de los bebés habían sido reemplazados por una música de
elevador algo reconfortante, y en lugar de asientos azules de tela, habían
asientos de piel blanca, reclinables y con una mesa de madera obscura delante,
y una televisión.
Mis ojos se abrieron de par en par.
¿Primera clase? ¿Ezra me había comprado boletos
en primera clase?
En mi corta vida nunca había tenido la
oportunidad de viajar en VIP, ya que solo nos podíamos dar el lujo de hacerlo
en clase turista. Esto era algo totalmente desconocido para mi, pero algo me
decía que no lamentaría el poder darme el lujo de disfrutarlo.
Cuando me di cuenta la azafata había
desaparecido con mi maleta y en cambio, un chico guapísimo, de cabello rubio y
ojos verdes, que bien podía haber sido un super modelo, apareció delante de mi
con una bandeja de plata llena de copas.
-¿Le gustaría tomar algo antes de que el
avión despegue?- me ofreció- Tenemos una amplia selección de vinos Europeos o
bien, nuestros deliciosos cocteles del caribe ¿Qué prefiere?
¿Era joda? Una amplia sonrisa se dibujó en
mis labios.
-Creo que será esto- dije tomando de la
bandeja, una copa color rosa con una cereza en el claro líquido.
Sinceramente no sabía que estaba tomando
pero ¡¿A quién le importaba?! Estaba por mi cuenta, las vacaciones habían
comenzado, no tenía a ningún vejete tratando de imponerme reglas… al menos por
ahora, y la vida al parecer me sonreía en este momento. Nadie moría por
disfrutar un poquito ¿O sí?
Mientras le daba un sorbo a la bebida, me
recosté en el asiento, que en realidad parecía más una cama que otra cosa, y me
dispuse a ver por la ventana. Fuera, era de noche y apenas si se lograba ver
una sola estrella, ya que estaba demasiado nublado. Inmediatamente una oleada de
tristeza me embargó y aquella emoción
que había sentido hacía unos momentos, se fue desvaneciendo.
-Voy a extrañar esto….- susurré mientras
veía por la ventanilla como íbamos avanzando lentamente por la pista.
Este era mi hogar, había crecido aquí desde
que era una pequeña niña de 1 año, todos mis recuerdos estaban aquí… toda mi
vida ¿Cómo te podías desprender del pasado?
-Oye ¿Te encuentras bien?- escuché que
preguntaba alguien del otro lado del pasillo.
Inmediatamente me giré a ver a quien le
pertenecía esa voz algo ronca, y mis ojos se encontraron con unos ojos claros
de color azul, los cuales le pertenecían a un chico de cabello rubio y
facciones algo finas.
-¿Disculpa?- dije mirándolo algo
desconcertada.
-Que si te encuentras bien- volvió a
preguntarme, al tiempo que enderezaba su asiento y me miraba con atención.
-Sí, por supuesto.
-Pues… a mi no me lo parece- dijo mientras
tocaba con sus dedos su mejilla derecha.
Inmediatamente toqué mis mejillas y pude
notar como estaban húmedas y algo pegajosas ¿Cuándo había empezado a llorar? Me
alarmé un poco, y comencé a secarlas con la manga de mi sudadera morada.
-Lo siento- dije con voz algo pastosa.
-¿Te estás disculpando conmigo por llorar?-
sonrió algo confundido.
-Yo no…
Vaya, me estaba haciendo sentir como una
perfecta imbécil.
-Me llamo Ryan Butler- se apresuró a decir,
al tiempo que me ofrecía su mano.
-(Tn)___ Hastings- dije imitando su gesto.
-Y dime (Tn)___ ¿Vas de viaje o regresas a
tu hogar?
-Ojalá fuera un viaje- dije sin pensarlo.
Ryan enarcó una ceja a modo de
interrogación.
Solté un sonoro suspiro- Quiero decir que…
de cierta forma es un viaje obligado de 1 año.
-¿Tus padres te obligaron?
-Mi madre me obligó a irme a vivir con mi
padre- dije con amargura.
¿Qué hacía yo contándole todo esto a un
perfecto desconocido? Quien sabe, ni yo sabía. Simplemente, me dio un aire de
confianza que hacía mucho no sentía con nadie, a excepción de mis dos mejores
amigos. Me agradó el sentimiento.
Además, viéndolo desde otro punto de vista,
jamás volvería a ver a este chico, así que no tendría porqué preocuparme de
contarle toda mi vida. Era algo así como… ¿Ir a confesarse?
-Auch… Lo siento mucho- hizo una mueca.
-Ni te imaginas…- dije mientras me volvía a
recostar en mi asiento y miraba por la ventana como ya nos encontrábamos
rodeados de espesas nubes grisáceas.
Antes de que cualquiera de los dos pudiese
decir algo más, las televisiones que se encontraban delante de nosotros se
encendieron y varios cuadritos con opciones desde mirar el mapa de la ciudad,
hasta entretenimiento multimedia, aparecieron.
Sin pensarlo mucho, tomé el control que se
encontraba en la mesita de madera y comencé a inspeccionar la música que había
en la lista de reproducción.
Había de todo, y pude reconocer una que
otra canción o artista, pero lo que logró llamar mi atención por encima de
todo, fue que aparecía el nombre de Justin Bieber.
Su nombre se quedó seleccionado, y yo
seguía debatiéndome entre si presionar el botón de aceptar o seguir bajando
para ver otras opciones. ¿Qué debía hacer? Bueno, después de todo ya no estaba
Cam aquí o Jane, para poder reprocharme nada…
-¿Te gusta Justin Bieber?
Sobresaltada por el sonido de la voz de
Ryan, dejé caer el control al suelo, y sin atreverme a mirarlo a los ojos, me
apresuré a levantarme de mi sitio para agacharme y recoger el aparato.
-No, para nada- dije atropelladamente.
Algunas costumbres nunca cambiaban. Suponía
que jamás llegaría el día en que admitiría que me gustaba su música.
-¿Por qué no?- me miró inclinando la cabeza
a un lado, al tiempo que veía como me volvía a acomodar en mi sitio.
-Pues porque creo que es un creído que
canta como niña- dije encogiéndome de hombros, mientras comenzaba a hacer
shuffle en la pantalla.
Pude escuchar como Ryan soltaba una
carcajada y se comenzaba a limpiar unas pequeñas lágrimas que se habían formado
al borde de sus ojos.
-¿Qué?- lo miré desconcertada- ¿Qué es tan
gracioso?
-Nada, supongo que la forma en que lo
dices- tomó una gran bocanada de aire y trató de amortiguar su risa- Lo que
pasa es que creo que nunca nadie me había dicho eso en la cara.
¿Cómo que nadie le había dicho algo así a
la cara? ¿Acaso era uno de esos Beliebers? ¿A los hombres les gustaba Justin
Bieber? Nunca había conocido a uno… Esto era extraño.
-No me digas que te gusta Justin Bieber-
dije lentamente con una sonrisa irónica en los labios.
-Para nada- dijo encogiéndose de hombros
con una pequeña sonrisa en los labios- Creo que simplemente es admirable ¿No lo
crees?- pude notar como me miraba de reojo.
-¿Admirable?- dije soltando un bufido que
pretendía sonara desdeñoso- ¿Es admirable ser un narcisista lleno de tatuajes,
drogadicto y además de todo con malos gusto musicales?
-¡Auch!- exclamó Ryan volviendo a reír un
poco- Suena como si de verdad lo aborrecieras ¿Puedo saber que te ha hecho como
para que lo odies tanto?
-No lo aborrezco, ni lo odio- solté casi
automáticamente. Me lamenté por el pequeño desliz al instante- Quiero decir,
eso sería darle demasiada importancia. Simplemente… nada, eso pienso de él y
punto- sentencié.
Pude ver como la sonrisa de Ryan se iba
ensanchando poco a poco ¿Qué le pasaba a este sujeto?
-Entonces supongo, que no querrás saber
quien es mi mejor amigo.
-¿Qué? No me digas que tienes amigos que lo
aman como esas niñas locas que se llaman a si mismas Beliebers- puse mi mejor
cara de asco.
-Creme… es algo mucho peor que eso- dijo con
voz misteriosa al tiempo que se ponía sus beats rojos con blanco y comenzaba a
buscar música en la pantalla delante de él.
Poco a poco fui soltando el aire que había
estado acumulando y cerré los ojos. Al parecer Justin Bieber me seguiría
causando un conflicto interno hasta el final de mis días.
Sin saber cuando me había quedado dormida,
al momento de abrir los ojos me di cuenta de que el avión estaba descendiendo.
Inmediatamente me enderecé en el asiento y froté mis ojos para poder despejarme
y enfocar bien.
A un lado mío Ryan dormía profundamente con
la boca abierta, algo que provocó que sofocara una carcajada. Rápidamente saqué
de mi bolsa mi iPhone y le tomé una foto ¿Qué podía hacer? Se veía muy
gracioso.
Damas y
caballeros, hemos llegado a la ciudad de Toronto, Ontario, la temperatura es de
15º c, con cielo despejado. Esperamos que hallan tenido un buen viaje.
La voz del capitán, resonó por todos los
altavoces e inmediatamente guardé mis audífonos y mi celular, para después
ponerme de pie, al tiempo que hacía eso la sobrecargo llegó con mi única maleta
y me dedicó una sonrisa amable.
-Que tenga buen viaje señorita.
-Ojalá- le respondí casi en un susurro mientras
apretaba los labios con fuerza.
Había llegado, ahora me encontraba a
kilómetros de mi hogar y de todos mis seres queridos, y el simple hecho de
pensarlo me hacía sentir vacía y… perdida. Tendría que empezar de cero, ir a
una nueva escuela, hacer nuevos amigos…. ¿Lograría siquiera hacerlo? ¿Lograría
encajar en este extraño lugar? Mis ojos comenzaron a arder con fuerza. No
quería estar aquí.
Rápidamente me encaminé hacia la puerta de
salida donde todos los pasajeros se estaban aglomerando para poder salir,
afortunadamente me abrí paso entre el mar de cuerpos y pude respirar el aire
fresco del exterior. Fuera, una brillante luna plateada me dio la bienvenida al
frío país… hasta el clima era distinto ¿Qué hacía yo aquí?
-¡Hey! (Tn)___- escuché que gritaban a mis
espaldas, justo cuando estaba por bajar del último peldaño de la escalerilla
del avión.
Al momento de mirar por encima de mi hombro,
pude ver como Ryan bajaba con dos pequeñas maletas, una en cada mano, y
empujaba a las personas que intentaban bajar tranquilamente del avión, para
llegar hasta donde me encontraba.
-¿No planeabas despedirte?- me sonrió.
-Digamos que no soy buena para las
despedidas- dije respondiendo a su gesto de igual manera, pero al instante
pensé en Cameron y cómo me había dolido tanto tener que dejarlo ir. Mi sonrisa
se desvaneció instantáneamente.
Ryan debió de haber notado mi reacción,
porque inmediatamente cambió de tema.
-Wow, si que hace algo de frió- dijo
mientras comenzaba a frotar sus brazos- Será mejor que nos apresuremos a entrar
¿No tienes que recoger nada más de las bandas de equipaje?
Negué con la cabeza.
-Genial, entonces andando- dijo mientras comenzaba
a reanudar su paso.
Al momento de pasar las puertas de cristal
y adentrarnos en el enorme aeropuerto, un reconfortante calor inundó mi cuerpo.
Esperaba que Ezra tuviera calefacción en su casa, porque de no ser así moriría
congelada o algo por el estilo.
-Al parecer tenemos que salir por la puerta
2- comentó Ryan una vez que habíamos recorrido un largo tramo de pasillo-
¿Vendrá alguien por ti?
-Ezra, quiero decir, mi padre- me corregí
rápidamente.
No lo podía creer, estaba a punto de ver a
la persona que se había dedicado a ignorarme por casi 16 años… ¿Cómo se suponía
que debía de ser este encuentro? Un tremendo escalofrío recorrió cada una de
mis extremidades.
-Y ¿Por ti quien viene?- pregunté antes de
que pudiera comentar o preguntar algo sobre mi padre.
-Mis amigos o mi padre- se encogió de
hombros- Sinceramente no tengo idea.
-¿Así que tu vives aquí?- lo miré
intrigada.
Ahora que lo pensaba, no le había
preguntado eso antes.
-Vivo a dos horas de aquí- me explicó- En
un pequeño pueblo llamado Stratford.
-Genial.
-¿Y tu? ¿Sabes en dónde vivirás?- me
preguntó, al tiempo que me miraba de soslayo.
-No tengo idea, supongo que aquí en
Toronto- solté un hondo suspiro- Ni siquiera eso sé.
Básicamente lo único que sabía, es que
estaba en Canadá y que viviría en algún lugar de Canadá, mi madre ni siquiera
se había molestado en entrar en detalles.
-Bueno, espero que estés cerca de Stratford-
me sonrió- Sería una lástima no volvernos a ver ¿No crees?
No pude evitar sonreír ampliamente. ¿Acaso
se podría decir que ya había hecho un amigo?
-Absolutamente.
En menos de lo que pensaba ya no
encontrábamos delante de la puerta, la cual cruzaríamos y nos encontraríamos
con las cientos de personas que esperaban a alguien del mismo vuelo que
nosotros. Mi pulso se aceleró.
-¿No vienes?- me preguntó Ryan mientras
sostenía la puerta de cristal delante de él, para evitar que se cerrara.
-Yo… salgo en unos segundos- dije
finalmente- Quiero tener algo de tiempo a solas- le expliqué.
-Por supuesto- asintió sencillamente, como
si comprendiera lo que estaba sintiendo, o simplemente estaba tratando de ser
condescendiente.
Una vez que la puerta se hubo cerrado
detrás de Ryan, me recargué en la pared blanca de a un lado y me dejé caer
lentamente hasta sentarme en el suelo.
Esto era. Todo se reducía al aquí y al
ahora. No podía detener el tiempo o evitar lo inevitable, además ¿Qué no era
mejor enfrentarse al problema lo antes posible, para después sobreponerte a el?
Así era, pero simplemente no podía evitar sentirme asustada…. Y no sabía si era
por Ezra, o todo lo que conllevaba con él.
Apreté los puños con fuerza al mismo tiempo
que los ojos, y me fui poniendo de pie poco a poco.
-Es hora- pensé mientras abría los ojos y
contenía el aire dentro de mis pulmones- This is it.
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¡Hola chicas! ¿Cómo están? Yo súper mega hiper feliz!!!! Hoy se estrenó Heartbreaker!!! asdfghjklñ no saben como me puse a gritar xD Les juro que la amé por completo :´)
Bueno chicas, aquí les dejo el cap, tarde pero aquí está n.n espero que les guste y que comenten mucho mucho :D ya saben que sus comentarios me motivan a seguir escribiendo. Tampoco se olviden de comentarme que les pareció la canción!
Por cierto, me gustaría hacerles una recomendación de una novela hermosisisisma!! Les juro que yo la estoy amando. La nove es de una chica llamada Callia Klavdianos, ella apenas empezó su novela hace unas semanitas, pero les juro que es hermosa! Bueno aquí les dejo el link para que se den una vuelta ;)
http://justindrewbieberfanfic.blogspot.mx
Las adoro!!
Andy<3