Cap 59°

-(Tn) ___- escuché la suave y ronca voz de mi sueño. ¿Era él?

Ya no podía más, mis nublados ojos no podían lograr percibir nada, la obscuridad se hacía cada vez más presente y no quería otra cosa más que ceder y caer en lo profundo de mi subconsciente…

-Te tengo- su voz era como una descarga eléctrica que recorría cada parte de mi cuerpo, dejando a su paso un cálido y fino hormigueo.

Quería dejarme caer, quería perderme en sus brazos, sentirlo más cerca…

-¿Puedes sostenerte?- volvió a decir esa extraña, pero al mismo tiempo conocida voz.

Mis ojos se abrieron repentinamente en un extraño impulso y su rostro fue dibujado por la tenue luz que alcanzaba a iluminarnos dentro de la desconocida habitación.

-Santiago- dije atragantándome con las palabras.

Sus manos dejaron de envolverme y sus ojos volvieron a recorrer cada una de mis expresiones, mientras yo trataba de cobrar equilibrio.

-¿Qué haces aquí?- las palabras raspaban mi garganta.

-Yo debería de preguntar lo mismo ¿No crees?- dijo acercándose a una mesa de madera.

 Mis desconcertados ojos recorrieron la inmensa habitación, dentro,  enormes libreros y estanterías repletas de libros empolvados llenaban el lugar, junto con algunas mesas y sillas de madera que estaban colocadas delante de ellos, el techo era alto y la única luz que alcanzaba a iluminar nuestros rostros era la proveniente de una pequeña vela colocada en la esquina de una de las mesas.

-¿Esta es la biblioteca?- logré decir después de tragar con dificultad el nudo que se había formado en mi garganta.

-Sí- dijo Santiago suavemente mientras tomaba la vela con una de sus manos.

-No…-tragué saliva- No parecías muy sorprendido al verme.

Santiago se giró a verme y sus ojos se detuvieron en la bolsa que llevaba en la mano derecha con libros y carpetas.

-Lo estaba- dijo finalmente.

Observé como caminaba a la entrada de la puerta y seguido de esto se volvía a girar a verme.

-¿Buscabas a alguien?- dijo mientras yo seguía plantada al piso sin poder mover ni un músculo.

-No exactamente- dije recordando a Justin en la salita de espera- ¿Qué estabas haciendo aquí?

Santiago acercó la vela a sus labios y con un suave soplido la apagó.

-Probablemente lo mismo que tu…- volvió a decir con voz ronca.

La corriente de aire volvió a envolver cada una de mis extremidades y un agudo escalofrió recorrió los pequeños vellos de mi nuca.

-¿Q…Qué…?

No podía ver nada, la habitación estaba en total penumbra y ya no había vela alguna que pudiera alumbrar algo.

-¿S…Sant… Santiago?-  mi voz temblaba.

-Ven- escuché que volvía a pronunciar.

Mis ojos se entrecerraron levemente, y logré divisar la puerta, donde la leve luz de fuera entraba a la habitación.

-¿Santiago?- dije una vez que estuve fuera de la biblioteca.

Me encontraba ahora en los largos y vacíos pasillos de la escuela, pero ni rastro de Santiago… Volteé desesperadamente de derecha a izquierda en un intento de encontrarlo… pero nada, había desaparecido.

¿A dónde había ido? ¿Qué quería decir con todo aquello? Tenía tantas cosas que preguntarle y… ¡Diablos! Simplemente quería saber qué significaba toda esa bola de emociones que me invadían por dentro, quería saber por qué, por qué justo él era quien aparecía en ese estúpido sueño…

-¿(Tn) ___?- escuché decir detrás de mi -¡(Tn) ___!

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Hola lindas!!!!

Les gusto el cap?? Espero que sí :D

Ayyyyyy cada vez la cosa se pone más intensa hahahah n.n estoy loquita (:

Ya vieron el blog?? le hice algunos cambios, les gusta??? 

las quiero muchísisisisisisismooooooooooooooo!!!!!!!!!

Andy <3