lunes, 2 de abril de 2012

Cap 50° maratón*


-No puedo dejar que te vayas toda mojada- me dijo con una sonrisa.
-E… este gracias- dije avergonzada- Pero no te preocupes, no es necesario.

-Vamos, es mitad de la madrugada, tampoco es como que pueda dejar que te vayas sola a casa- dijo mirándome.
¿En verdad creía que yo había hecho todo esto sola? ¿Qué no sospechaba que tal vez había alguien abajo esperándome? Bueno, sinceramente yo no esperaba que Ryan me estuviera esperando afuera, seguro él ya estaba en su casa sano y salvo y yo aquí en un interrogatorio.

-Creo que mi abuela tiene unas cuantas toallas extras en el baño del pasillo- dijo el chico de las plumas.
Dicho esto, desapareció por la puerta dejándonos a Michael, Santiago y a mí en la desordenada habitación en un silencio que se podía cortar fácilmente con un cuchillo.

-¿Eres de aquí?- escuché que rompía el incomodo silencio Santiago, quien se sentó al borde de su cama y comenzó a quitar la crema de su pijama.
-Amm… no- respondí dudosa.

-¿De dónde eres?- me miró.
-Soy de (Tp) ___- callé por un segundo- pero… digamos que he vivido en otros lados.

Pude sentir con toda intensidad la mirada de Santiago clavada en mí con curiosidad, pero me limité a observar la habitación, ahora que las luces estaban prendidas y  podía ver perfectamente todo.
La habitación en sí, era amplia y acogedora, era algo así:



-¿Por qué decidiste hacer esto?- escuché que decía la voz de Michael.
-No te importa- dije con voz fría.

Antes de que Michael pudiera pronunciar una palabra más, el chico que fue por las toallas regresó con tres en sus brazos.
-Woow, te pasaste- dijo con una sonrisa divertida mientras me pasaba una de las toallas- ¿Sabes cuántas veces tuve que limpiar mi rostro para sacar la miel y las plumas? ¡Mil veces!- rió.

-Lo siento…- dije mirado con una sonrisa al chico quien ya estaba completamente limpio.
En sí, el chico si que era lindo, tenia ojos marrones, el cabello castaño claro desordenado le caía por la frente y tenía esa sonrisa misteriosa que lo hacía lucir aun más encantador.


-Me llamo Jason- dijo extendiéndome su mano sin borrar la sonrisa de su rostro.

-Siento lo de… las plumas- dije apenada.

 Ahora que lo pensaba detalladamente si que me sentía sumamente culpable de haber sido cómplice de Ryan y es que ¿Qué me habían hecho estos chicos? Exacto, nada.
-¿Te conocemos de algún lado?- preguntó Michael quien salía del baño ya con el rostro limpio y con otra pijama.

Woow ¿Qué acaso la misión era venir a una casa repleta de chicos guapos y ser secuestrada? Bueno si era así,  por mi parte no había problema, podría quedarme el tiempo que fuera hasta que a alguien se le ocurriera pagar mi rescate.
Michael se notaba que era el típico engreído del grupo… pero bueno eso no le podía quitar lo guapo ¿Cierto?


Él era alto con el cabello castaño un tanto obscuro despeinado casualmente por su frente y tenia unos ojos tan… embriagadores que hacia que no fuera sencillo apartar la mirada de ellos.

-Pues amm… a mi no- dije dudosa.

-¿Qué quieres decir?- dijo confundido.
-Bueno amm… - ¿Qué se supone que debía decir ahora? Tampoco era tan malcriada como para echar de cabeza a Ryan y a Bieber.

En ese momento Santiago entró al cuarto al igual que sus amigos con otro pijama y con el rostro limpio y húmedo.
¡Diablos! Si que era guapo, sus ojos azules buscaron de inmediato a los míos y una media sonrisa perfecta y encantadora surcó su rostro.


-¿Vives cerca de aquí?- preguntó.

-Algo así…- ¿Cómo lo iba a saber? Todo estaba obscuro no se podía ver nada en el camino y apenas llevaba unos cuantos días aquí, ni siquiera sabía donde quedaba el super mercado mas cercano.

-¿Entonces no nos vas a decir?- dijo Jason amablemente- No creo que hayas podido hacer todo esto tu sola ¿Me equivoco?
-Bueno, descubrirlo no será un problema- escuché que decía Michael.

-¿Qué?- dije girándome a verlo.
-Creo que tu amigo fue tan listo como para dejar olvidado esto- rió mientras me extendía un pedazo de plástico rectangular.

-Idiota…- murmuré al sentir el grueso plástico entre mis dedos.
¡Demonios Ryan! Si que eres un idiota ¡¿A quien se le ocurre traer su permiso de conducir?!

-¿Eres amiga de Bieber y Butler?- escuché que preguntaba Jason mientras miraba el permiso.
-Algo así…- murmuré enfadada.

-¿Y dónde están ellos?- preguntó Michael.
-Uno sinceramente no lo sé- dije guardándome el permiso en uno de los bolsillos de mi pantalón- y el segundo huyó como una gallina.

Los tres chicos rieron ante mi comentario a lo cual respondí con cara de desconcierto.
-Aguarden… ¿No están molestos?- pregunté confundida- Quiero decir, ahora que saben quienes fueron…

-Vamos- dijo Jason sin dejar de sonreír y encogiéndose de hombros- Es divertido ver como se desgastan tratando de hacernos una broma.
-¿O sea…?- dije sin comprender.

-O sea, que nosotros nos desquitaremos de una forma más ¿Sana?- dijo Michael con una sonrisa.
-Exacto, en el skate park- dijo Jason.

-Esperen- dije reflexionando todo- ¿Estos dos les querían hacer una broma solo porque compiten en el skate?- dije incrédula.
-¿Debe de haber otra razón?- dijo Michael sentándose en la cama.

-Son increíbles…- murmuré con enojo ¿Querían darles un escarmiento a tres chicos solo porque eran mejores que ellos en el skate? ¡Increíble!
-Woow- dijo Jason al verme enojada- ¿Pues qué fue lo que te dijeron ellos?

-Creí que se trataba de algo más serio- dije rodando los ojos- ¡No algo como que siempre les ganan en el skate!
-Solo por esa razón quedas totalmente perdonada- rió Michael.

-¿Entonces es solo eso? Ustedes siempre les ganan y ellos se lo toman como… ¿una amenaza?
-Muchas personas se toman muy a pecho las competencias- dijo Santiago quien no había pronunciado palabra en un buen rato.

-Yo… woow… lo siento- dije apenada al ver la tontería de todo esto.
-No te preocupes- dijo Michael- Perdón por haberte tratado tan mal- me sonrió avergonzado.

-Oh, no importa- me encogí de hombros- supongo que hubiera hecho lo mismo de estar en tu lugar.
-¿Quieres que te llevemos a tu casa?- preguntó Jason.

-Creo que va a sonar estúpido- dije dudosa- Pero no se en donde vivo, quiero decir las calles y eso- me expliqué.
-¿Entonces acabas de mudarte?- sentí la mirada de Santiago taladrando mis ojos con insistencia.

-Sí, hace un par de días.
-¿No hay nadie a quien puedas hablar?- dijo Michael.

-Pues… mi madre, supongo- increíble, de todas las personas en el mundo, de la única que lograba recordar su celular de memoria era justo ella, y además ¿ella en que me podía ayudar? Se la estaba pasando increíble con su Tom.
-Hay un teléfono a mitad del pasillo- dijo Jason- Si gustas puedes intentar llamarla.

-Gracias…- murmuré mientras me debatía en qué decirle a mi madre.

3 comentarios:

  1. askjfaskfjsakjf VAMOS ANDY Uno MAS Genial La Maraton Tienes Una Forma De Escribir Tan akjfsakjf Siguela Besos Andy

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  2. Super Guapo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! wow!!!! somos todas unas casanovas jajajaj

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  3. Ahhhhhhhh andy Dios me vas a matar ...escribes tan tan bien ..!!

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