lunes, 7 de mayo de 2012

Cap 69°


Me sentía mareada, confundida, perdida… mis pasos los sentía lentos, como si tratara de caminar en el agua.
Por fin la puerta de mi casa se cerró detrás de mí y me recargué en ella levemente mientras apretaba los ojos con fuerza y soltaba un sonoro suspiro, fuera la noche era fresca, no me había dado cuenta del frío que hacía, tal vez debido a mi adrenalina al venir, en fin, en estos momentos lo que deseaba más era encontrarme refugiada dentro de la comodidad de mi cama.

Crucé la calle con el frío viento calando mis huesos, también había olvidado llevarme zapatos, así que estaba descalza, perfecto, torcí los ojos.
Me arrodillé en frente de la maseta de la entrada y saqué de debajo de ella la copia de la llave, estaba a punto de introducir la pequeña llave plateada, cuando la puerta se abrió, dejándome con la llave en el aire.

-¡Justin!- mis ojos se abrieron de par en par.
¿Qué rayos estaba haciendo despierto a esa hora? ¿Planeaba salir? No entendía nada, para variar.

Justin frunció el ceño y me recorrió con la mirada ¿Ahora que le pasaba? Antes de que pudiera formular mi pregunta en voz alta, Justin se hizo a un lado y con un gesto de la mano me indicó que pasara.
Una vez dentro me giré cunado hube llegado a la sala y lo vi caminar hacia mi de brazos cruzados.

-¿En dónde estabas?- dijo serio.
-¿Qué?...- lo miré confundida- Oh, claro, Tengo prohibido salir de tu casa ¿No?- reí irónica- Mal trabajo, carcelero.

-Hablo en serio- arrugó el entrecejo- ¿A dónde fuiste?
-¿Me estabas espiando?

-Responde.
-Fui a mi casa- lo miré.

-¿Para qué?
-¿Y tú quien te crees para andarme con interrogatorios?- le espeté molesta.

-¿Te recuerdo las últimas veces que fui castigado por tu culpa, porque salías huyendo?
-Fui a mi casa solamente- rodé los ojos.

-¿Para qué?- volvió a preguntar.
-Mi madre me encargó algo ¿Feliz?

-¿A las dos de la madrugada?
-¿Yo te ando preguntando porqué me estabas espiando? ¿A las dos de la madrugada?

-Te vi salir- se explicó.
-Entonces sí me estabas espiando- lo miré- ¿Por qué?

-Escuché que se azotaba la puerta, me levanté y te vi cruzar la calle desde mi ventana.
-Ahí tienes tu respuesta, fui a mi casa, tu lo viste ¿Me puedo ir?

-Solo… me preocupé por ti- miró al suelo- Quería asegurarme de que estuvieras bien, eso es todo. Tienes personas que se preocupan por ti ¿Sabes?
Lo miré sorprendida, y fue como si hubiera recibido el flash de una cámara, un destello.

 La imagen de un pequeño sosteniendo una flor inundó mi visión por completo y me hizo perder el equilibrio.
-Una margarita para la princesita más bonita

-Gracias príncipe, Jus…
-¿(Tn) ___? ¡(Tn) ___!- dijo Justin preocupado mientras me sostenía por el codo.

-Ay no, otra vez no…- susurré.
La imagen se fue desapareciendo lentamente, pero las palabras seguían resonando con fuerza en mi cabeza, ¿Por qué justo ahora? La última vez que había tenido este tipo de destellos, había sido cunado me encontraba tirada frente al escusado en casa de Chaz, y cuando Hayley y yo habíamos investigado sobre mi amnesia… las posibles causas de ésta.

-Estoy bien- logré decir mientras me separaba de Justin y llevaba mi mano a mi frente- No me siento muy bien…
-¿Qué fue lo que te pasó?- dijo sin quitar su rostro preocupado.

-No… sé- negué con la cabeza- No es nada.
-¿Quieres un vaso con agua?

-Sí, creo que estaría bien- traté de sonreír.
Justin y yo nos dirigimos a la cocina, yo me senté a la mesa y recargué mi cabeza sobre mi mano, mientras trataba de encontrarle explicación lógica a la serie de flashazos que había estado teniendo los últimos días… curiosamente todo había comenzado a ocurrir desde que Hayley y yo habíamos dado con la posible respuesta a nuestras preguntas… y cada uno de ellos… rondaba siempre por lo mismo… ¿sería…?

-Aquí tienes- dijo Justin extendiéndome un vaso con agua.
-Gracias…- susurré mientras le daba un largo trago.

-Y amm- dudó mientras se sentaba delante de mí- ¿Puedo preguntar qué te encargó tu mamá?
-Oh- tosí levemente- Creo que quería que revisara la caja eléctrica.

-¿La caja eléctrica?
-Sí, ya sabes, creo que había una falla en algunos focos- bebí un poco más.

-Oh, creo que sí- me miró- Algunos focos se comenzaron a prender y apagar.
-Sí…- evité su mirada.

-Por cierto- sonrió- Creo que tu Strudel fue todo un éxito hoy en la feria.
-Las recetas familiares siempre son las mejores- reí.

-Ya lo creo…
-Hablando de la feria- dejé el vaso en la mesa y lo miré fijamente- No sabía que hablabas alemán.

-Saber unas cuantas palabras no quiere decir que lo hable- se encogió de hombros.
-Así que si sabes que significa- lo miré interesada.

-Algo sé- me devolvió la mirada- ¿Tu lo hablas?
-Amm… algo- aparté mi mirada, no me gustaba mucho tener que dar explicaciones de mis raíces Alemanas era… incómodo recordar ciertas cosas- Mi papá es Alemán.

-Estaba enterado- se recargó en la silla- Entonces… si lo hablas.
-Sí…- susurré- ¿Por qué lo dijiste?

Justin me miró confundido- ¿Decirte qué?
-Mi… niña- apreté los labios.

-Esto es difícil- se puso de pie mientras torcía la boca.
-¿Qué es difícil?- dije mientras lo seguía fuera de la cocina.

-Nada- se limitó a decir- lo siento yo no…
-Justin- lo sujete por el brazo para que se detuviera.

Justin se giró a verme con la mirada triste mientras yo me limitaba a verlo firme, las palabras de Hayley resonaron de pronto en mi cabeza.
Tú mi querida amiga lo que tienes es miedo, miedo a descubrir quien era para ti ese chico ¡Él tiene las respuestas! Es por eso que tienes que hablar con él.

Me estremecí levemente. Lo haría… pero no ahora, tal vez…. En un tiempo… eso era lo mejor para mí.
-¿Tienes sueño?- preguntó Justin después de estar un rato en silencio.

-No mucho, en realidad- lo miré- Creo que se me quitó ¿Tú?
-Lo mismo- sonrió- ¿Quieres ver una película?

-Estupendo- le devolví la sonrisa- Pero tengo mis condiciones- dije mientras caminábamos a la sala.
-¿Ah sí?- me miró-¿Y cuáles son?

-Bueno- me acomodé en el sillón- Yo escojo la película, naturalmente- sonreí.
-¿Qué te parece si lo dejamos a pura suerte?

-¿Un bolado?- el asintió- Perfecto, yo pido cruz.
-Entonces yo seré cara- dijo mientras tomaba una moneda que había en la mesa de centro y la lanzaba.

-¿Y bien?- me acerqué.
-Cara- sonrió con malicia.

-Te odio- dije en broma.
-Hey! Creí que ya habíamos superado esa etapa- se quejó.

-Sonso- le pegué con un cojín- Tú pon la película.
Después de un rato Justin se decidió por una de terror como era de esperarse, y yo fui por unas frazadas y algunas golosinas.

-¿De terror?- hice una mueca.
-Creí que te encantaban- dijo mientras insertaba el DVD.

Recordé mi salida al cine con Chris, creo que desde entonces me habían dejado de interesar las películas de ese género, casi vomitaba.
-Cambié de opinión- me encogí de hombros- ¿Cuál veremos?

-El resplandor- sonrió.
-Hum… es la favorita de Max - dije mientras comenzaba a pasar el intro- Nunca la he visto, pero dicen que es buena.

-Es la mejor- dijo Justin mientras me robaba un puñado de palomitas.
-Bueno, si quedo con un trauma psicológico te culparé totalmente- reí mientras él rodaba los ojos.

-Si te da mucho miedo me dices y yo te protejo- sonrió.
Ahora yo fui la que rodó los ojos.

-No te quieras hacer el príncipe encantador conmigo- reí, pero en ese momento sentí como el estómago me daba un vuelco, y no tenía nada que ver con la película.
Desconcertada miré a Justin, él me estaba observando fijamente, la tenue luz proveniente del televisor alumbraba un poco su rostro, sus ojos me miraban… ¿Esperanzados? No supe descifrarlo, pero aparté mi mirada rápidamente y traté de controlar la extraña sensación.

-Príncipe…- susurré levemente para que solo yo pudiera escucharme.
De nuevo mi estómago volvió a dar un vuelco y mis manos comenzaron a sudar frío ¿Qué significaban esa palabra para mí?

-¿Qué ahora soy tu princesa?
El pequeño rió- No solo eso, quiere decir que siempre vamos a estar juntos- sonrió.

-¿Siempre?- preguntó la pequeña con inocencia.
-Por siempre y para siempre- respondió el pequeño niño.

Mi cabeza comenzó a doler demasiado, a tal punto que me era imposible volver a abrir los ojos, el dolor era muy agudo, pero no emití ningún sonido, traté de controlar mi respiración lo más que pude, dolía demasiado, y una tonelada de palabras y conversaciones me comenzaron a atacar dejándome confundida ¿Por qué no le encontraba sentido a nada de lo que escuchaba? Y puf, de repente, fue como si alguien hubiera apagado el interruptor de encendido, y le hubiera puesto fin a mi dolor de cabeza y a las imágenes y… fragmentos de conversaciones, nada.
Abrí los ojos rápidamente frotando mi cabeza lentamente, todo estaba igual, era como si nunca hubiera pasado nada, Justin veía fijamente la pantalla, donde la película al parecer llegaba a su clímax , y yo me encontraba tapada con la suave frazada recargada en el brazo del sillón… ¿Qué había sido todo aquello? Me estremecí.

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1 comentario:

  1. Tan tierno Justin :') simplemente tu novela es la mejos la hechaba mucho de menos me encanto el capitulo :) si siiiii ya se esta recordandoo del pasadoooo weeeeeee

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