lunes, 2 de enero de 2012

Cap 8°


¿Cómo era que sabía mi nombre?
-Eh… ¿Nos conocemos?-dije ya que estuvo más cerca.
El chico se quitó el casco y sacudió su cabello.
-¿Qué acaso no me reconoces?- dijo con una sonrisa.
-¿Christian?
-Si, ¿Qué hacías por aquí?
-Hum, vivo cerca y como no conozco nada decidí salir a pasear un rato- le expliqué.
-¿Te molestaría si te acompaño?- se ofreció dulcemente.
-Sería genial- sonreí- además necesito un guía personal.
-Hahaha es todo un placer.
Caminamos sin rumbo fijo por las diferentes calles, él me iba mostrando las distintas tiendas y cafés que había por ahí. Algo me decía que era totalmente distinto a su amiguito Ryan, no sé, no se me hizo de ese tipo de chicos que solo te hablan para después solo follar contigo.
-¿Y ya sabes a qué escuela vas a ir?- me preguntó mientras caminábamos de regreso.
-No en realidad- contesté- pero espero que los días se pasen lentos…
-¿Por qué?- preguntó con curiosidad.
-Hum, digamos que no me gusta la idea de ser de nuevo la chica nueva que no conoce a nadie.
-Oh, en ese caso espero que te toque en mi escuela- dijo con una sonrisa discreta.
-¿Ah?
-Así ya no tendrías por qué estar sola…
-Oh, gracias…- dije un tanto apenada.
-Para eso están los amigos- me sonrió.
Amigos, me agradó la palabra, mi primer amigo en Atlanta además de Hayley, me hizo sentir menos sola…
Después de un rato llegamos a mi casa y nos detuvimos en el sendero de piedra que conducía a la entrada.
-¿Quieres pasar?- dije mientras colocaba una mano en la perilla de la puerta.
-Sí, estaría bien- dijo sonriéndome.
Entramos y en el comedor vi a mi madre y a Tom con una pila de papeles desorganizados y dos portafolios delante de ellos, como siempre todo era ellos dos y su preciado trabajo.
-Ven por aquí- le dije a Christian mientras nos íbamos por otro camino para no pasar junto al comedor y poder eludir a mi madre.
Mientras subíamos las escaleras Christian me preguntó:
-¿Eran tus padres?
Hice una mueca de dolor y en ese momento ya estábamos delante de la puerta de mi habitación, la abrí rápidamente y entramos.
-Amm esa señora es la persona que me dio la vida y el señor es su nuevo esposo- dije mientras cerraba la puerta detrás de mi.
- ¿Por qué no simplemente le dices mamá?- rió
Mi rostro se contrajo por unos instantes y miré al suelo tratando de volver a colocar la máscara de serenidad e igualdad que me creaba, pero Christian lo notó.
-¿Estás bien? No quise…
-Está bien- lo interrumpí- nuestra relación de madre e hija no es muy buena que digamos- le expliqué lo más brevemente posible que pude.
-No te preocupes- me sonrió- No tenemos por qué hablar de eso.
-Gracias…- sonreí con tristeza.
Christian y yo pasamos un rato más conversando y riendo, al menos me hacía olvidar todo por unos minutos, me agradó.
La puerta de mi habitación sonó, y antes de que pudiera decir siquiera pase o abrir la puerta, alguien entró.
-(Tn) ___ tenemos que hablar- dijo mi madre.
-¿Hablar?- dije elevando una ceja- ¿Para qué quieres hablar conmigo?
Mi madre estaba a punto de probablemente gritarme o decir otro de sus discursos, cuando su mirada se posó en Christian.
-Oh, trajiste un amigo- dijo sonriéndole y suavizando su voz, cosa que jamás hacía conmigo.
-Mi nombre es Christian Beadles- dijo estrechando la mano de mi madre.
-Un gusto, ¿Desde cuándo se conocen tu y (Tn) ___?
-Desde ayer- contestó él sonriente.
-Sí, pero como a ti te viene importando poco mi vida no lo sabes- dije molesta y harta de los cambios de humor que le tenía que soportar a mi madre.
-(Tn) ___....- dijo con una voz y mirada del tipo “Tenemos visitas”
-Sí, amm vivo cerca de aquí con mis padres y mi hermana mayor- dijo Christian al notar lo incómodo de la situación.
-Oh ¿En verdad?- sonrió- Me encantaría conocerlos.
-Sí, estoy seguro que a ellos igual- dijo amablemente.
-¿De qué querías hablar conmigo?- dije a mi madre para que se fuera y me dejara en paz.
-Es algo importante- se apresuró a decir.
-(Tn) ___ acabo de recordar que tengo que ayudar a mi madre con los preparativos de año nuevo- dijo Christian probablemente al notar que mi madre quería hablar a solas conmigo.
-Ah, ok, no te preocupes.
-Nos vemos luego ¿si?- dijo con una mirada de disculpa.
-Sip- dije mientras veía como salía de mi habitación.
-Bien, ¿De qué se trata?- dije esperando probablemente una mala noticia, porque, sinceramente era lo único que me decía cuando sentenciaba “Tenemos que hablar”.
-Bueno, como verás Tom y yo estábamos muy ocupados con una serie de papeles y demás…
-Ajá.
-Bueno, nos acaban de informar que nos tenemos que ir de seminario- lo soltó.
-Pero acaban de llegar.
-Sí, pero la empresa nos quiere preparar bien y que todo quede perfecto- me explicó.
-¿Por cuánto tiempo se van?
-Unas dos semanas a lo poco.
-¿Dos semanas es poco?- pregunté con una ceja arqueada.
De acuerdo ¿A quién engañaba? Me moría de la felicidad, que se fueran por dos semanas y si eso era poco…, que podía decir, era simplemente maravilloso, no tendría que soportar a mi incomprensible madre y a su esposo, algo positivo le estaba sacando al día de hoy.
-Pero no cantes victoria (Tn) ___- dijo como si estuviera leyendo mis pensamientos- No pienso dejarte sola en esta enorme casa.
-¿Ah? ¿Dejarme sola? Pero si va a estar Max.
-No, recuerda que se va de intercambio.
-¿Intercambio? ¿Cuándo paso eso?- pregunté sorprendida, porque, que yo recordara mi hermano no se iba a ningún lado, él se supone estudiaría este año en la misma escuela que yo ¿Quién habló de un intercambio?
-¿Y dices que yo soy a la que no le importa mi familia?- dijo como una pedrada a mi.
-Ok, ya entendí que no va a estar- dije defendiéndome.
-Se va a Paris un año a seguir con sus estudios- me explicó.
-¡¿Qué?! ¿¡Un año?!- grité- Pero tu dijiste que estudiaríamos en la misma escuela.
-Lo sé, y ese era el plan, pero tu padre insistió y a Max le encantó la idea, además las mejores carreras que él quiere están allá.
-¿Están tratando de dejarme sola?- pregunté a punto de llorar, pero me contenía, porque no quería demostrar vulnerabilidad en frente de ella.
-No estás sola (Tn) ___, estamos Tom y yo…
-¿Y eso no es estar sola?- la interrumpí con enojo.
-No seas insolente- dijo enojada- sabes que él y yo trabajamos mucho, pero jamás te dejaría sola.
-¿Y que no lo estas haciendo ahora?- pregunté con escepticismo.
No era que me importaba que ellos estuvieran aquí, ¡Al contrario! Me encantaba la idea de que se fueran, pero yo me refería a que ahora mi familia estaba separándose cada vez más, y es que aunque me gustase o no Max siempre había sido la única persona que había estado para mi en todo momento ¿Qué haría ahora?
-No te voy a dejar sola- repitió- Te voy a dejar con una persona de mi total confianza.
-¿Los padres de Hayley?
-No, con alguien a quien te dejaría incluso si yo muriera- dijo con dramatismo.
-¿Ahora me quieres dejar huérfana?- pregunté dolida y molesta.
-No (Tn) ___, lo digo para que comprendas el grado de confianza que le tengo- me explicó.
-Bueno ya dime quién es.
-Es una amiga que vive aquí mismo en Atlanta y la logré contactar exactamente ayer.
-¿Desde cuándo tú tienes amigas en Atlanta?- pregunté elevando una ceja.
-Tú no eres la única que se va de intercambio un año a otro país- dijo un tanto molesta.
-Ok, ok, ya entendí- dije frunciendo el ceño.
-Bueno, entonces prepara tu maleta y todas tus cosas- dijo dirigiéndose a la puerta.
-¿Cuándo me voy?- pregunté antes de que saliera.
-Hoy mismo- dijo cerrando la puerta detrás de ella.
Genial, ¿Cuánto tiempo llevaba aquí? ¿Dos días? Y ya tenía que estar preparando maletas de nuevo. ¡Qué vida!
Comencé a preparar todo, una vez que hube terminado me anudé la que ahora se había convertido en mi bufanda favorita, y me dirigí con mis maletas al piso de abajo, donde estaban Max, Tom y mi madre esperando en la entrada, todos con un sinfín de maletas, al parecer todos partían hoy…
-¡Max!- grité mientras me lanzaba a sus brazos- No te vayas Max ¿Comprendes cuando te digo que me dejas en el mismo infierno?
-Sonsa- rió- Pero si tú también me dejaste un año ¿recuerdas?
-Sí, pero te lo avisé con meses de anticipación ¿Por qué no me dijiste nada?
-Por que alguien estaba muy sumida en sus propios dilemas- dijo con una media sonrisa.
-Max, no te vayas, te extrañaré demasiado- dije derramando una lágrima.
-No llores- dijo secándola- Debes de portarte bien ¿si?
-Sabes que suenas como papá ¿verdad?- dije con una sonrisa triste.
-Lo sé- dijo mientras me soltaba, se despedía con la mano y abordaba el taxi que lo esperaba fuera.
No pude evitar soltar más lágrimas mientras veía el taxi amarillo alejarse por la avenida.
-Ven, vamos- dijo mi madre mientras caminaba por el sendero de piedra.
Tomé mis maletas del suelo y la seguí.
-¿A dónde vamos?
-La casa de mi amiga esta enfrente- me explicó.
-¿Qué? ¿En frente?- pregunté sorprendida mientras mis ojos se clavaban en la mansión -¿Entonces de que sirvió que hiciera maletas si solo tengo que cruzar la calle?
-Por que ya te dije que no te pienso dejar sola en la casa- repitió mi madre.
-Pero no me va a pasar nada.
-(Tn) ___ ya he dicho que no- dijo mirándome seria- Es muy peligroso.
-¿Peligroso? Pero si…
-Nada- me interrumpió.
-Está bien…- dije molesta.
Cruzamos la calle y mi madre tocó el timbre de la inmensa puerta ¡No salía de mi impresión! Es que, woow era enorme, al poco tiempo una señora muy guapa de cabello castaño claro lacio, ojos claros y como de la estatura y edad de mi madre salió por la puerta con una sonrisa.
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Hola chicas!!!! Aquí les dejo el cap, espero que les haya gustado mucho n.n
En un ratito más les subo el siguiente =)
Andy.

1 comentario:

  1. awassssssssssssss es la casa de Justiiin!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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